22 de agosto de 2018
La despedida a María Isabel Chorobik de Mariani, «Chicha», tuvo lugar en el Rectorado de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), luego de que la fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo falleciera a los 94 años de edad y sin cumplir su único objetivo durante cuatro décadas: reencontrarse con su nieta, Clara Anahí, secuestrada cuando era una bebé durante un operativo a manos de un grupo de tareas dirigido por el represor Miguel Etchecolatz. La partida de Chicha disparó un mar de expresiones de dolor que fueron desde anónimos luchadores hasta el mandatario boliviano, Evo Morales, quien indicó que estaba «muy triste por la muerte de Chicha Mariano» y sostuvo que «el mundo debe seguir el ejemplo de las inmortales hermanas argentinas y mantener viva la memoria para que Nunca Más vuelvan las dictaduras». Por su parte, Nora Cortiñas, de Madres Línea Fundadora, la definió como «una mujer extraordinaria, con muchas luces y un sentido muy amplio de la lucha. Chicha fue un ejemplo de fuerza, ética y solidaridad, e hizo escuela en la lucha de los derechos humanos». A su vez, Hebe de Bonafini destaco que «el amor por su hijo, nuera y nieta la transformaron en una luchadora única por su respeto, su ternura y su constancia inquebrantable».