Energía que se renueva

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La cooperativa eléctrica de la localidad del noroeste cordobés es dueña de una rica historia y un presente de crecimiento. Vínculos con el Instituto Movilizador al servicio de la comunidad.  

Formación. Integrantes de la entidad, en el curso de gestión cooperativa dictado por el área educativa de la filial Córdoba del IMFC.

 

San Marcos Sierras, localidad del noroeste cordobés con acceso desde la ruta nacional 38, tiene diversas particularidades. Una de ellas es que los pueblos comechingones y sanavirones realizaban sus ritos ceremoniales en la zona. En 1575 el lugar fue ocupado por españoles, pero en 1806 volvió a los nativos gracias a la lucha liderada por el cacique Francisco Tulián. En la memoria colectiva, quedó grabado a fuego este suceso, dado que fue la única tierra argentina restituida a sus dueños originarios. «La historia del nacimiento de nuestra cooperativa también tiene sus particularidades, como casi todo en este pueblo», dice Víctor Hugo Nocelli, encargado del área técnica de la cooperativa de electricidad de San Marcos Sierras, conocida popularmente como «la Coope». Nocelli recibió a Acción en el marco del curso de Gestión Cooperativa dictado por el área educativa de la filial Córdoba del IMFC, en la sede del Centro Integración Comunitaria local. «Cada vez que relatamos cómo fueron nuestros comienzos, a muchos les causa gracia: en 1945, un grupo de ingeniosos vecinos montó un chasis con motor Chevrolet frente a la plaza Cacique Tulián para alimentar los focos de un baile popular. Ese acontecimiento fue vivido casi como un milagro y despertó en todo el pueblo el deseo colectivo de tener energía eléctrica permanente. En 1948 se creó una comisión provisoria con la presidencia de Clemente Tulián, apellido más que simbólico para San Marcos». En los registros de la Coope quedaron asentados datos de aquellos tiempos: fueron 92 los socios iniciales y, gracias a un préstamo del banco de Crédito Industrial Argentino, se compró el terreno para la construcción de la futura usina y un motor generador de 30 hp con el que abastecieron las cuadras más céntricas, hasta que en 1959 se conectaron a la red eléctrica nacional. La electricidad no fue el único servicio: al cumplirse 50 años de la fundación, se sumó el servicio de Internet,  «sobre todo pensando en que entre nuestros asociados hay prestadores turísticos (muchos vecinos en San Marcos viven de esta actividad) y lo necesitaban de manera urgente», comenta Nocelli. Así llegó el servicio de banda ancha, llamado Velocoop, que también llevó Internet a localidades cercanas en una época en que la prestación de ese servicio en la región era aún muy incipiente. «En 2006 obtuvimos del FEDEI (Fondo Especial de Desarrollo del Interior) de la Secretaría de Energía de la Nación, financiamiento para la construcción de una línea de media tensión trifásica troncal de 13.200 voltios, obra que estamos realizando por tramos. También  instalamos reguladores de tensión», agrega Nocelli, quien hace énfasis  en que la cooperativa se fue haciendo «a pulmón» y que en los últimos meses «se doblegaron esfuerzos» para brindar mejores servicios a la población. Nuevos desafíos «Hoy estamos en un momento bisagra, con un gran movimiento poblacional –somos 4.200 habitantes y tenemos 1.300 socios– que nos exige servicios de calidad y nos enfrenta a nuevos y enormes desafíos», concluye el encargado del área técnica de la Coope. Por eso, la cooperativa se renovó con medidores de energía prepaga e incorporó el servicio de reparación de electrodomésticos. «También estamos trabajando para instalar más tecnología e implementar un servicio de educación a distancia. Por eso apostamos a la capacitación de los nuevos dirigentes en diversos ámbitos de nuestra creciente comunidad». Siguiendo esta premisa, la Coope está desarrollando un curso de Gestión Cooperativa a cargo de Guillermo Zarrelli y Eloísa Calderón, pertenecientes al área de educación del IMFC filial Córdoba. «La cooperativa eléctrica de San Marcos Sierras inició un proceso de apertura y fortalecimiento, de articulación y promoción de la participación. Por ello ha generado espacios de formación para dirigentes cooperativos, en los que se intenta que los asistentes puedan incorporar aspectos referidos a la gestión de cooperativas, así como también lo relacionado a valores y principios y aspectos doctrinarios del cooperativismo, con el fin de incorporar mayor participación en las estructuras organizativas de la Coope, y también fortalecer el vínculo con la comunidad», señala Calderón. Por su parte, Marta Gaitán, responsable de la secretaría de género del IMFC y miembro del equipo de la filial Córdoba, también presente en el curso, señala: «Desde hace 2 años se acercaron dirigentes y empleados de la Coope a la filial Córdoba del IMFC, con una inquietud concreta acerca de la formación de consejeros en ejercicio y de futuros o posibles dirigentes. Desde el área educativa se propuso una serie de talleres que se desarrollan hasta la actualidad. También se gestionó la asociación al Banco Credicoop y próximamente se elevará el pedido de asociarse al Instituto Movilizador». Gaitán también menciona que el IMFC tiene intención de trabajar en conjunto con la cooperativa de San Marcos a través de la secretaría de género. «El cumplimiento del principio de cooperación entre cooperativas –concluye Gaitán– se efectúa con creces entre nuestras entidades». —Texto y Fotos: Bibiana Fulchieri

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