Fomentar el crecimiento

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En el II Encuentro de cooperativas de la Red Buenos Aires, las entidades que recibieron préstamos realizaron un balance de la iniciativa llevada adelante por el IMFC.

 

Evaluación positiva. Arpe, Carpenzano, Sosa, Gandulfo y Form encabezaron la reunión con cooperativas de la Capital. (Horacio Paone)

Como parte de las iniciativas vinculadas con su operatoria de microcréditos, el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos organizó una reunión con las cooperativas integrantes de la Red Buenos Aires para evaluar el impacto de dicho incentivo en la actividad de las entidades. La convocatoria estuvo encabezada por Edgardo Form, presidente del IMFC; Patricia Arpe, responsable del Departamento de Proyectos del IMFC; Liliana Carpenzano, adscripta a la gerencia general del IMFC; Alberto Gandulfo, responsable de la Comisión Nacional de Microcrédito (CONAMI); y Leticia Sosa, secretaria del consejo de administración del IMFC. Participaron del encuentro integrantes de las cooperativas 10 de Agosto, Centro de Comercialización de Productos de Agricultura Familiar, Producción Tecnológica Gráfica Audiovisual, Rumi Wasi, Exicoop, El Caracol, Rabbione, Fuegos y Vino, Covicifa, Namuncurá, Las Mariposas, Cooperativa de Orfebres, La Toma, Del Oeste y Fiqus.
«Estamos completando una etapa muy positiva y enriquecedora por muchos motivos: la operatoria de microcréditos ha contribuido efectivamente a cumplir con el cometido de mejorarles la calidad de vida a los integrantes de estos emprendimientos», afirmó Form, al tiempo que detalló: «En algunos casos ya vamos por lo recréditos, lo cual demuestra que hay una rueda virtuosa que permite asignar estos fondos, recuperarlos en una cobranza que no tiene demoras y volver a prestar a los mismos tomadores iniciales o a otros tomadores».

Beneficiarios. Las entidades invirtieron en materiales y en capacitación. (Horacio Paone)

El Programa Nacional de Microcréditos, impulsado desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, nació a partir de la ley 26.117, la cual establece la promoción y regulación del microcrédito a fin de «estimular el desarrollo integral de las personas, los grupos de escasos recursos y el fortalecimiento institucional de organizaciones no lucrativas de la sociedad civil que colaboren en el cumplimiento de las políticas sociales». A partir de esta normativa, se creó, en el año 2006, la CONAMI. En diciembre de 2013, a través de un convenio, el IMFC fue designado como entidad receptora de fondos para financiar proyectos productivos de cooperativas. El Instituto cumple en este marco una doble función: es organización administradora, es decir, coordina el otorgamiento de microcréditos con el resto de las cooperativas que integran la Red. A su vez, es organización ejecutora, esto es, recibe y ejecuta los fondos de la CONAMI. Junto con el IMFC,  también son organizaciones administradoras la Cooperativa de Trabajo Peluqueros y Estética Buenos Aires Limitada y las cooperativas Gcoop y Mensacoop. A su vez, se han conformado otras redes en Mar del Plata y Córboba y está en vías de formación una red en la zona del Litoral.
«Para nosotros es importantísimo que el Instituto sea una de las organizaciones que trabaje con la CONAMI y con el Ministerio de Desarrollo Social porque esto nos abre un horizonte y una institucionalidad con los que, generalmente, las organizaciones sociales no cuentan. Nos permite llegar a aquellos lugares en donde todavía falta generar grados organizativos importantes y donde aquellas organizaciones o emprendimientos sueltos tienen al Instituto como referencia», reconoció Gandulfo. «Aspiramos a que esta operatoria continúe, se amplíe, se profundice», enfatizó Form.

Doble función
Los microcréditos otorgados tienen una tasa sumamente accesible del 6% anual. «Ya vamos por el crédito 150 de la Red Buenos Aires. Hemos casi triplicado los fondos que recibimos: el Ministerio nos depositó, entre el primer y segundo fondeo, 900.000 pesos para dar créditos y recréditos, y nosotros ya entregamos 2.115.000 pesos», explicó Patricia Arpe.
Las cooperativas presentes felicitaron la gestión y agradecieron el hecho de estar asistidas por el Instituto en esta iniciativa, a la par que comentaron el destino de los fondos, que fueron invertidos tanto en elementos para la producción –materiales, herramientas e insumos para poder seguir funcionando–, como en capacitación de los integrantes.
«Ustedes agradecen pero la verdad es que nos tenemos que agradecer entre todos. Porque esto es de todos y lo hacemos entre todos. Desde el Ministerio de Desarrollo Social hasta la última cooperativa es una cadena de solidaridad y un trabajo colectivo, solidario y cooperativo que crea conciencia. Este es el sentido de nuestro Instituto. Para eso estamos», manifestó Liliana Carpenzano. Gandulfo, por su parte, afirmó que «el 6% de interés anual y la administración de fondos públicos por parte de organizaciones de la economía solidaria son una decisión política que tiene que ver con transferir presupuesto a las organizaciones sociales. Esto es una política de inclusión social». Form, en tanto, concluyó: «El rol de las organizaciones de la sociedad civil es de vital importancia para fortalecer la democracia y para garantizar, con este protagonismo, con la organización y no sin lucha, la distribución equitativa de la riqueza. Cuando estamos aplicando estos fondos, estamos contribuyendo a esa distribución. Esto es, generar trabajo decente, inclusión social y mejorar la calidad de vida de la gente».

Lucas Peralta