23 de enero de 2019
El papa Francisco llega a Panamá en su primera visita a Centroamérica no solo como el jefe de los católicos, sino como una de las principales figuras en la defensa de los migrantes, uno de los temas más candentes en la política global. Francisco, hijo de emigrantes italianos, hizo de esta causa una de las prioridades de su pontificado y será el tema central de su mensaje durante la Jornada Mundial de la Juventud. La cita coincide con la salida de una nueva caravana de migrantes que avanza rumbo al norte y con la obstinación de Donald Trump por reforzar el muro fronterizo con México, un debate que mantiene cerrado al gobierno estadounidense. El énfasis del pontífice argentino en la necesidad de apoyar a quien emigra sirvió de inspiración a sacerdotes, monjas y laicos cuya labor a favor de los migrantes ante la indiferencia o incluso la hostilidad de las autoridades, en ocasiones también las eclesiásticas, hacia este sector de la población. Francisco ha pedido a los gobiernos que hagan más para recibir e integrar a los que huyen de países en conflicto, de desastres naturales o simplemente de la pobreza.