Hombre de letras

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Creador del logotipo más emblemático de Acción, así como también de la tipografía que utiliza la revista desde 2008, el reconocido diseñador gráfico argentino reflexiona sobre las particularidades y los desafíos cotidianos de su trabajo.

(foto: Jorge Aloy)

Como es de esperar en un medio gráfico con más de medio siglo de existencia, Acción realizó a lo largo de su historia numerosos cambios en su formato y diagramación, que fueron adaptando el aspecto de la revista a las distintas épocas y momentos que le tocó atravesar. En el devenir de esas búsquedas estéticas, sobresale el nombre de Rubén Fontana, diseñador gráfico argentino de notable trayectoria, autor del logo más emblemático de la revista –la identificó durante casi 40 años– y de la tipografía que hoy se utiliza en copetes y títulos. Pionero en la creación de fuentes nacionales y fundador de la revista tipoGráfica, Fontana fue, además, impulsor de la carrera de Diseño Gráfico en la Universidad de Buenos Aires y, dentro de la misma, de la especialización en el diseño de letras. Su trabajo fue reconocido a nivel nacional e internacional. Hoy continúa, junto con su socia Zalma Jalluf, al frente del estudio dedicado a la elaboración de la identidad gráfica de reconocidas empresas e instituciones.
«Me vinculé con Acción a través del periodista Norberto Vilar, que me presentó a Roberto Gómez, entonces director de la revista. En ese momento yo trabajaba en el Instituto Di Tella. Hice un diseño integral que no se terminó aplicando, porque era un poco distante, duro. Sí aceptaron bien la marca, que tenía signos que se repetían, lo que daba un efecto de movimiento», dice Fontana. El logotipo fue implementado a mediados de 1970. En 2008 fue reformulado junto con otras modificaciones que se hicieron a la publicación, con motivo del 50º aniversario del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos.

Imagen histórica. Fue implementada en 1970.

«Después del rediseño de 2008, empezaron a usar una versión de la Fontana (una de las tipografías creadas por el diseñador, entre otras de su autoría, como Palestina o Chaco) y ahí volví a Acción. Esta fuente fue pensada en 1994, para la revista tipoGráfica y me puso muy contento que Acción la use. Pero hice una fuente con variantes que no existían y que, evidentemente, en el trabajo cotidiano, se necesitaban». Así es como, recientemente, tras una sugerencia del equipo de diseño, Fontana realizó nuevas adecuaciones para optimizar el uso de la tipografía. Esto es una pequeña muestra de la filosofía de trabajo del diseñador: escuchar, observar y trabajar en conjunto con quienes realizan los pedidos. «Lo primero que buscamos al iniciar un trabajo es información sobre el medio o sobre lo que tenemos que hacer, el segundo aspecto es buscar antecedentes, en particular, los antecedentes de una misma publicación y de los elementos que la rodean. Hurgamos en cómo entiende la sociedad esa necesidad. Reconocer cómo la gente se identifica con ese medio, con esa situación, con esa marca, con ese objeto, es fundamental. Si diseñás muy bien, pero el otro no lo siente como propio, estás errando», dice.
Por otro lado, Fontana destaca como parte fundamental de su labor entender que hay aspectos que trascienden la cuestión de la imagen. «Hay marcas que son vistas como un bien público. Todos opinan, todos sienten que tienen acciones en esa empresa; cuando una marca trasciende ya no es solo del dueño o del país o de quien sea, se percibe como algo que es de todos, y hay que ser muy cuidadoso con eso».

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