9 de enero de 2018
«Vamos a mandar a alguna chica bonita a convencer empresarios que vengan a invertir a Mar del Plata». Con estas palabras, una vez más, el intendente de la ciudad balnearia, Carlos Fernando Arroyo, dejó su sello de frases discriminatorias, esta vez cargadas de machismo. Esta muestra de incontinencia verbal tuvo lugar tras ser consultado por el proyecto del parque industrial de la ciudad y las obras pendientes. Arroyo es el mismo que a mediados de 2017 indicó que poner en marcha políticas contra la violencia de género era una manera de «malgastar» el dinero por ser una «moda».
Además, en sus declaraciones de inicio de año y a propósito de los casos de femicidios en esa ciudad, culpó al «machismo tradicional», al que consideró «una enfermedad no sé por qué motivo» y remató: «Ahí está la gran llave, en el día que logremos igualar en la mente de cada argentino que comprenda que una mujer es igual a un hombre y un poco mejor, porque además nació para ser madre y nosotros no». Las críticas no se hicieron esperar, entre ellas la de la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, quien tuiteó: «La violencia verbal hacia las mujeres por parte del intendente Carlos Arroyo no tiene límites. Mi repudio a estos políticos de #Cambiemos? Nuestra solidaridad a todas las mujeres marplatenses».
