20 de julio de 2020
El rey Felipe VI de España tiene en sus manos el futuro de su padre, el rey emérito Juan Carlos, sobre quien pesan serias acusaciones por irregularidades fiscales. El exmonarca, ahora de 82 años, es investigado por presuntos actos de corrupción por la Justicia española mientras el Gobierno y los partidos políticos debaten tanto sobre su futuro personal como por el porvenir del propio sistema monárquico. El futuro de Juan Carlos de Borbón «compete fundamentalmente a la decisión que tome el jefe de la Casa Real, que es el actual rey Felipe VI», dijo el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en una entrevista, en tanto fuentes del palacio deslizaron que barajan la posibilidad de que el rey Juan Carlos abandone el palacio de La Zarzuela, de Madrid, como residencia oficial. A principios de este año, Felipe VI ya había dado de baja la asignación que el rey padre recibía de fondos públicos y, en marzo, renunció a la herencia que le pudiera corresponder dado los orígenes oscuros de la fortuna del exjefe de Estado.