15 de abril de 2019
Las autoridades ecuatorianas inventaron quejas sobre el supuesto «mal comportamiento» de Julian Assange mientras se encontraba asilado en la Embajada de Ecuador en Londres como pretexto para entregar al fundador de WikiLeaks a la Policía británica, declaró su abogada, Jennifer Robinson. La letrada aseveró que Quito presentó estas «escandalosas acusaciones» para desviar la atención pública y «justificar el acto ilícito y extraordinario de permitir que la Policía ingrese a una embajada». Robinson, reclamó un juicio justo para el fundador de WikiLeaks y dijo que este está dispuesto a cooperar con las autoridades suecas si llegasen a reabrir los casos de supuestas violación y agresión sexual contra él. A la vez, aclaró que Assange nunca se habría asilado en la embajada sin una buena razón, y agregó que el periodista vivió allí durante tanto tiempo «debido a un temor real y legítimo por la extradición a Estados Unidos que, como vimos el jueves, demostró ser un temor justificable». Como se sabe, Washington ya en marzo del 2018 acusó a Assange de «participar en una conspiración» con la analista de inteligencia del Ejército de EE.UU., Chelsea Manning, por piratear una red informática del gobierno estadounidense que almacena material clasificado.