«La literatura está viva»

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Más de 2.000 obras presentadas marcaron el éxito de la convocatoria de la editorial cooperativa Desde la Gente del IMFC. Los textos seleccionados formarán parte de un libro de la colección.

 

Acto. Autores premiados, integrantes del jurado y dirigentes de la editorial y del IMFC en la ceremonia de entrega de premios. (Jorge Aloy)

Con motivo de su 25° aniversario, a celebrarse el año que viene, Desde la Gente, el sello editorial del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, realizó dos interesantes propuestas. Por un lado, la creación de nuevas colecciones: «Huellas», cuentos policiales argentinos, dirigida por Vicente Battista; «Barrilete», literatura infantil, a cargo de Ana María Ramb; «Verso libre», poesía, con la dirección de Carlos Aldazábal; «Aleph», cuentos, a cargo de Osvaldo Aguirre y «Argentina debate», una serie de entrevistas realizadas por Alberto Catena a pensadores y protagonistas del quehacer nacional. La otra propuesta fue la organización del Concurso de Cuentos Floreal Gorini 2015, convocatoria que generó una formidable respuesta, ya que se presentaron cerca de 2.000 obras.
La ceremonia de entrega de premios, que se realizó en la sala Osvaldo Pugliese del Centro Cultural de la Cooperación, contó con la presencia de los autores galardonados, quienes estuvieron acompañados por familiares y amigos, y los integrantes del jurado: Juano Villafañe, director artístico del CCC y los escritores Vicente Battista y Ana María Ramb. También participaron del acto Edgardo Form, gerente general del IMFC; Jorge Testero, director de la editorial; Walter Alegre, coordinador del concurso y la escribana Lidia Nazar de Cabrera.
«Los cuentos argentinos son una entidad tanto hacia adentro como hacia afuera. La historia de la literatura mundial del siglo tiene aportes de nuestros escritores. Comprobarlo, sorprende». Con estas palabras recordaba Alegre el prólogo de El cuento, una pasión argentina, la primera publicación de DLG –editado en agosto de 1991–, una elección que demuestra la constancia del compromiso por la palabra y sus hacedores por parte del IMFC y, a su vez, marca la vigencia del trabajo de la familia cooperativa por este género que, a pesar de sus reconocidos atributos positivos, sigue siendo desplazado por géneros como la novela en el ámbito editorial.
Por su parte, Testero destacó la importancia de la realización del certamen. «No es el primer concurso que hace nuestra colección –dijo–, pero sí es el primero que lleva el nombre del fundador del Centro Cultural, Floreal Gorini. Y para nosotros es muy importante asociar el nombre de Gorini con este emprendimiento porque fue él uno de los principales impulsores de este proyecto. Más allá de su pensamiento siempre vinculado con la lucha solidaria, la lucha política y la lucha social que él encabezaba en este movimiento, Gorini entendió el valor de la literatura y la función que ésta cumple como herramienta social», manifestó el director editorial. En la misma sintonía, Form expresó: «El lema de esta casa –dijo citando a Gorini– habla del camino hacia la utopía por medio de varias batallas, pero la más importante es la batalla cultural. Esta apuesta que hacemos al despliegue de la cultura en todas sus manifestaciones, y en este caso en particular de la literatura, lleva implícito nuestro anhelo de la construcción de la utopía, que como se sabe, no es un ideal imposible, lo imposible es pretender llegar a la utopía sin creatividad, sin inteligencia, sin trabajo y, sobre todo, sin lucha», subrayó el dirigente. Ese fue el camino que emprendió la editorial, un camino que ya lleva casi 25 años de vida con más de 3 millones de ejemplares publicados, más de 1.500 autores, más de 250 títulos y que ha llegado a tener tiradas de 10.000 ejemplares distribuidos en la Argentina.
Luego de un trabajo exhaustivo, los integrantes del jurado destacaron «lo positivo» del concurso. «Quiero reivindicar lo rica que ha sido para mí esta experiencia, además de haber tenido el placer de participar como lector, pude realizar una tarea fascinante que me permitió encontrarme con cuentos muy valiosos», comentó Villafañe. A su turno, Battista manifestó su satisfacción por la idea de DLG de organizar «este tipo de concursos». «Más allá de quién gane, debemos celebrar esta convocatoria y la respuesta que tuvo en cuanto a la cantidad y la calidad de los trabajos presentados. Fue una verdadera alegría encontrarnos con estos resultados», enfatizó el escritor. Por su parte, Ramb indicó que «esta tarea no me resultó abrumadora, más aún, fue como navegar y sumergirme en un mundo que, para mí, fue sorprendente, porque fue un océano que me revelaba que bajo esa superficie, donde prima el marketing  y lo comercial, está viva la literatura. Hay una vitalidad increíble en las nuevas generaciones y una diversidad estimulante», enfatizó Ramb.
Tanto público como organizadores consideraron la velada como un verdadero festejo. Una celebración por los ganadores, pero sobre todo por la magia que se crea, a veces, cuando una cantidad de palabras distribuidas en unas pocas páginas son capaces de hacer soñar, concientizar, emocionar, educar, entretener y, por qué no, cobrar vida.

Jorge Freidemberg

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