La magia de las marionetas

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Inspirados en la experiencia de una compañía brasileña, desde hace más de 20 años artistas de Misiones difunden un arte con siglos de historia. Hoy apuestan por el modelo autogestivo.

 

Entretenimiento popular. Decenas de niños disfrutan de una de las funciones de la cooperativa Kossa Nostra. (Gentileza de Kossa Nostra)

El títere nació con el primer deslumbramiento del amanecer. Cuando el hombre vio por primera vez su sombra». Así se refería el gran titiritero, poeta y escritor argentino Javier Villafañe a un arte que tiene siglos de historia. Los que se asoman a la disciplina que combina dramaturgia, plástica, literatura y música, quedan atrapados por su magia para siempre. Esto es lo que le sucedió a un grupo de estudiantes de teatro de la provincia de Misiones que, en 1993, luego de conocer la experiencia de la compañía brasileña Anima Sonho, integrada por titiriteros de Porto Alegre, decidieron formar un grupo de teatro de títeres al que llamaron Kossa Nostra.
«Luego de un largo camino de aprendizaje, tanto desde la composición y puesta en escena como desde la producción plástica y visual, la construcción de historias cargadas de metáforas y símbolos, y la incorporación de los sonidos y la música, resolvimos que la mejor manera de organizarnos era en equipo, completándonos, y que cada uno aportara sus aptitudes», dice Marcelo Reynoso, fundador y director de la compañía. El intenso proceso creativo del grupo implica numerosas tareas, que van desde concebir y confeccionar marionetas y muñecos que luego son protagonistas de obras para niños y adultos hasta inventar historias, escribir guiones, explorar anécdotas y leyendas. Esto implica investigar temáticas específicas, adaptar textos de autores populares o anónimos y crear situaciones absurdas y grotescas que despierten la risa y la identificación. A esto se suman la presentación de espectáculos, el dictado de talleres y la organización de eventos. «De acuerdo con el proyecto, entre todos evaluamos cómo encararlo, cuáles son los caminos por donde lo vamos a llevar, desde qué lugar se va a plantear el humor y qué queremos decir en cada espectáculo», explica Silvia Beatriz Tuni Bóveda, productora general del grupo.
Kossa Nostra también participa de numerosas campañas de difusión y concientización, llevando a escuelas y barrios de Posadas y otras localidades misioneras espectáculos que fomentan, por ejemplo, el cuidado del agua o colaboran en la prevención del dengue. También trabaja con el Programa Teatro de la Universidad Nacional de Misiones, que tiene como objetivo fortalecer el vínculo de la universidad pública con la comunidad, a través de actividades culturales y educativas coordinadas por artistas locales. Luego de más de 20 años de trabajo, los titiriteros decidieron, con el apoyo del Ministerio de Acción Cooperativa de Misiones, crear formalmente la Cooperativa de Trabajo Artístico Kossa Nostra. «Esta nueva estructura organizativa –señala Reynoso, que actualmente tiene el cargo de presidente de la entidad– nos va a permitir avanzar y proyectar el trabajo de una manera más equilibrada. También queremos  facilitarnos el acceso a financiamientos y subsidios para renovar nuestros equipamientos, comprar insumos e incorporar modernas tecnologías, a fin de mejorar y enriquecer las puestas en escena de nuestras obras», comenta.

 

Reivindicar la pluralidad
A través del humor y la identificación, Kossa Nostra busca reivindicar las múltiples raíces que conforman la cultura de Misiones. Los personajes, el lenguaje y la música reflejan las costumbres y la tradición de la provincia de la tierra colorada. «Trabajamos con el humor como disparador sobre la memoria popular, contando historias y anécdotas de nuestro pueblo. Así nació el espectáculo “Misiones, kossa en ruinas”, una mirada actual sobre las misiones jesuíticas, la convivencia entre los guaraníes y los invasores, y los procesos inmigratorios que le imprimieron una identidad muy particular a la provincia», cuenta el titiritero Federico El Basko Ugalde. Tanto en plazas y calles como en teatros o espacios cerrados, el arte de las marionetas ejerce una atracción casi inmediata, fundamentalmente en los niños, pero también en muchísimos adultos. Este aspecto y su espíritu trashumante es el que lleva a inquietos artistas a sumergirse en el oficio. Consciente de esto, desde hace 11 años el grupo Kossa Nostra organiza en el mes de agosto el evento más esperado de Posadas: el Festival Internacional de Títeres Kruvikas, que tradicionalmente convoca a artistas de diferentes partes del mundo. El gran sueño de los integrantes de la cooperativa es crear un centro cultural en la ciudad de las Cataratas. Este espacio funcionaría en una antigua casa lindante a la Hostería La Cabaña, uno de los primeros hospedajes de Puerto Iguazú, construido en 1946 por Carolina Goetze y Juan Reynoso, abuelos del fundador de la compañía.

Silvia Porritelli

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