5 de noviembre de 2018
Miles de militantes y candidatos recorrieron Estados Unidos para llamar al «voto castigo» a Donald Trump, a dos años de haber llegado al poder, mañana en las elecciones legislativas. La oposición es consciente que la historia de estos comicios suele ser fatal para el partido en el poder, y espera un voto categórico contra Trump, a quien varios legisladores y candidatos acusan abiertamente de mentir, enterrar el sistema de protección social y dar rienda suelta a la extrema derecha. En uno u otro bando se gastaron más de 5.000 millones de dólares para influenciar el voto de los estadounidenses, eclipsando en 35% el anterior récord para unas elecciones de medio mandato, en 2014, según el sitio especializado Opensecrets.org. Nunca tanto dinero había sido devorado en una votación de medio mandato, creando una avalancha de anuncios en televisión, radio e internet. El flujo de dinero y de entusiasmo proviene principalmente del campo demócrata, decidido a romper el dominio republicano en el Poder Legislativo.