Las buenas palabras

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Por octavo año consecutivo se realizó el encuentro literario con la presencia de escritores nacionales y extranjeros que compartieron sus producciones con el público. Al programa habitual se sumó una feria de editoriales dedicadas al género.

Villafañe. Presentó la mesa de apertura, integrada por poetas de diversos países. (Horacio Paone)

 

Con mesas de lectura y debate, una feria de editoriales, conciertos y performances multidisciplinarias, se llevó a cabo la octava edición del Festival Latinoamericano de Poesía en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini. Durante seis días, poetas de Argentina, México, Ecuador, Uruguay, Colombia, Chile, Cuba  y Australia se reunieron en el CCC y en el Museo Etnográfico de la Universidad de Buenos Aires para reflexionar en torno a la producción poética actual.
«Hay que destacar la enorme diversidad de la poesía latinoamericana de hoy. Otro elemento es la interdisciplina, la posibilidad de encontrarse con la poesía no solo desde los textos sino con el teatro, la música, la danza», señaló Juano Villafañe, director artístico del CCC, durante la apertura del festival, que consistió en un panel de lecturas integrado por los poetas Roberto Amézquita (México), Mario Bojórquez (México), Arturo Desimone (Aruba), Mario Eraso Belalcázar (Colombia), Sarah Holland-Batt (Australia), Rosabetty Muñoz (Chile), Omar Pérez (Cuba) y Augusto Rodríguez (Ecuador). «No son solo voces de América Latina sino también del resto del mundo. Año a año viene creciendo el festival así como la cantidad de gente que asiste. Se trata de mantener esta propuesta del Centro Cultural que tuvo en esta edición al Museo Etnográfico también como organizador, y seguir apostando por más poesía de calidad y diversa», indicó Carlos Juárez Aladazábal, poeta y coordinador del Espacio Literario Juan L. Ortiz, en la jornada inaugural que incluyó un concierto del cantante Guillermo Fernández en la sala Solidaridad.

 

Pensamiento y sonoridades
En el marco de las mesas de reflexión y debate tuvieron lugar dos encuentros. «Poesía de pensamiento» y «Poesía y sonoridades – ritmos y posibles métricas» fueron los ejes de los intercambios analíticos sobre el género que se expusieron en el CCC. «Es una línea dentro de la poesía argentina que atraviesa a toda la poesía del país y que tiene su inicio en Macedonio Fernández. Es una poesía reflexiva, no carente de metáfora, con una actitud que se atribuye generalmente a cierto distanciamiento frente al tema pero que lo hace sin perder un estado de pasión interior», sostuvo el poeta argentino Jorge Aulicino en referencia a la categoría poesía de pensamiento, abordada por el crítico de literatura Santiago Sylvester.
El encuentro realizado en el CCC presentó, además, tres actividades que conectaron a la poesía con otras disciplinas. Allí pudieron verse «La poesía y la danza», de la coreógrafa francesa Isabelle Páez, «La poesía y la música», a través de un concierto del poeta y percusionista cubano Omar Pérez y «La poesía y la copla», con un concierto de la artista salteña Mariana Carrizo.
Se sumaron también al cronograma del Festival otras propuestas de teatro y tango correspondientes a la programación habitual del Centro Cultural: Absorta y desnuda, con dramaturgia de Leonor Manso e Ingrid Pelicori, y Discépolo, la desesperación y Dios, con Eugenio Mandrini. El Dúo Luna Tobaldi y la participación del poeta y letrista Matías Mauricio, entre otras obras y conciertos, conformaron también la agenda del encuentro, que tuvo a la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA entre sus entidades organizadoras.
La octava edición culminó con dos jornadas dedicadas a las editoriales independientes de poesía en una feria que se llevó adelante en el Museo Etnográfico (evento que fue una de las novedades de este año), junto con una visita guiada a esa institución y un recorrido por la poesía de la cultura selk’nam (ona) de Tierra del Fuego.

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