27 de agosto de 2018
Al iniciarse el segundo año del mandato del presidente francés, Emmanuel Macron, este se empeña en reformas conflictivas para el conjunto de los trabajadores. Cambios en el sistema de las pensiones, reforma de la Constitución, reducciones de presupuesto, subsidios al desempleo y supresión de 4.500 puestos de trabajo en la función pública, con estas medidas Macron insiste en mantener el paso de las reformas sin contar ya con el caudal de expectativas que lo llevó al poder. Como se sabe, su política no se tradujo por un repunte de la economía. En el mejor de los casos, en 2018 el crecimiento llegará al 1,8% contra 2,2% para 2017. Y, según argumentó el ex ministro de Finanzas, Michel Sapin, en un artículo publicado por el matutino Libération, este descenso del crecimiento es consecuencia de «la responsabilidad de las decisiones políticas de Emmanuel Macron».