22 de julio de 2019
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, reconoció que el gobierno de Cambiemos le alquiló meses atrás a la empresa europea SES el satélite Astra-1H, que ya superó su vida útil, solo para ubicarlo en la posición orbital 81º Oeste en banda Ka durante 90 días y así impedir que la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) le quite los derechos de uso sobre ese espacio. Así lo reveló el último informe enviado a la Cámara de Diputados, recientemente, por el funcionario. La operación había sido revelada por matutino «Página/12», en febrero pasado, y le significó al Estado Nacional 7 millones de euros, desembolso que podría haberse evitado si el gobierno de Mauricio Macri no hubiera suspendido la construcción del Arsat-3. Marcos Peña reconoció además que la contratación se llevó delante de manera directa, sin tomar en cuenta otras ofertas, lo que pone en duda la transparencia de la operación.