19 de abril de 2018
«Tenemos el desafío de mejorar la nutrición, claramente yendo a una dieta más completa, con frutas, verduras, nutrientes», dijo el jefe de Gobierno porteño, el pasado viernes, cuando presentó la nueva iniciativa saludable para las escuelas: «Chau paneras». Pero lo que llegó a los colegios más que una opción sana pareció una dieta estricta, o un recorte en la porción: media manzana por chico, con medio vaso de leche o yogurt, porciones visiblemente más chicas y medio flan de postre. Así llegó en la práctica el nuevo menú saludable que propuso el gobierno porteño. Por su parte, María José Gutiérrez, secretaria de Nivel Inicial de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) afirmó que detrás de la iniciativa hay un «recorte encubierto» en las raciones y comida. «El nuevo pliego que determina las condiciones del servicio contratado por el gobierno porteño a las empresas de alimentos disminuyó en gramos las porciones, explicó la docente. El flan, por ejemplo, que antes venía en una porción de 130 gramos, ahora es de 90 gramos y no llega ni a la mitad de la compotera. La porción de pollo ahora es de 60 gramos por chico», sostuvo.