Migración, otra agenda

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El presidente de los Estados Unidos Donald Trump comenzó su campaña electoral para conseguir la reelección con un fuerte discurso contra «los inmigrantes», uno de sus preferidos caballitos de batalla.
En la mayoría de los medios de comunicación se resalta lo que sucede en la frontera entre México y Estados Unidos y los métodos que propone Trump para evitar que más gente ingrese a su territorio.
Lo que suele quedar en un segundo plano es que las personas que abandonan Guatemala, Honduras o El Salvador lo hacen porque la vida se les hace insostenible en sus países. Pero como no ocupan la centralidad que tiene Venezuela en la geopolítica regional pareciera que su drama fuera menor o inexistente. Son millones que emigran hace años, pero sin declaraciones políticas altisonantes. Es lógico que los medios informen sobre las personas que se van de Venezuela por la situación económica y social. La pregunta es por qué otras realidades ocupan un lugar secundario y marginal.
Las recientes elecciones presidenciales en Guatemala pueden servir para ejemplificar lo mencionado porque es uno de los países más pobres de la región. Un informe de 2019 señala que ocupa el sexto lugar a nivel mundial en desnutrición infantil crónica, equiparable a Yemen, en guerra hace décadas. El representante de UNICEF en Guatemala aseguró que «al ritmo actual, el país necesitaría de 100 años para erradicar la desnutrición crónica». Pero no se organizan recitales con despligue mediático para ayudar a la población más desprotegida.
Como se ha dicho, las grandes agencias de noticias tienen la capacidad de imponer la agenda de los temas a tratar e invisibilizar otras situaciones. Hasta que la realidad las supera, como sucedió en diciembre del año pasado cuando una niña guatemalteca de 7 años que había entrado a Estados Unidos con su padre de manera irregular murió en custodia de la Patrulla Fronteriza. Y fue noticia.

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