27 de marzo de 2014
Como cada año, el 8 de marzo fue conmemorado en la filial Litoral; esta vez, con una muestra artística. Declaración alusiva del Instituto Movilizador.
Apertura. Paredes dio la bienvenida a la muestra de pinturas de las artistas Lucía Martínez, Carolina Outon y Juliana Casali. (Carlos Carrión)
El 8 de marzo de 1908 más de un centenar de obreras que se encontraban en huelga y ocupaban la fábrica Sirtwoot Cotton de Nueva York fueron quemadas vivas en un incendio intencional atribuido al propio dueño de dicha fábrica textil. Las mujeres incineradas llevaban varios días de protesta en reclamo de condiciones dignas de trabajo: ocho horas laborales, descanso dominical y el reconocimiento de un salario justo e igualitario. En 1977, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó esa fecha como el Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional. Desde entonces, el 8 de marzo ha sido una jornada de reflexión y lucha por la igualdad de derechos en el plano político, social, económico y cultural.
Como cada año, en la ciudad de Rosario, la filial Litoral del Instituto Movilizador conmemoró la fecha; esta vez, con la inauguración de la muestra Mujer: modelo para desarmar, que reunió pinturas de las artistas María Lucía Martínez, Carolina Outon y Juliana Casali. La exposición, además estuvo acompañada por textos de María del Carmen de la Torre, Mauro Restifo y Pablo H., quienes aludieron poéticamente a los temas y motivos retratados en las obras, y contó con la coordinación general de Marcela Falistocco, miembro del área de gestión cultural del CCC-Rosario. Las palabras de inauguración estuvieron a cargo de Claudia Paredes, presidenta de la Comisión Asesora de la filial, y de Andrea Belluschi, jefa del Departamento de Extensión Cultural de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
«El Día Internacional de la Mujer es una fecha que sirve como un momento de reflexión y balance acerca de los logros que se han alcanzado. Sin embargo, aún persisten injusticias y queda mucho por hacer para erradicar una de las rémoras culturales más profundas, como es la violencia contra las mujeres, al extremo de instalar en la agenda pública un concepto que resume la gravedad del problema: el femicidio», subrayó Paredes. Asimismo, hizo hincapié en la necesidad de que haya una representación de género justa y equilibrada en los medios de comunicación y recordó la participación del IMFC en el Monitoreo Global de Medios 2010 realizado en más de 100 países, el cual arrojó datos que hablan de la discriminación y la construcción de estereotipos sobre las
mujeres. Tales temas también fueron abordados en la declaración alusiva emitida por el IMFC (ver recuadro).
Falistocco, en tanto, puso de relieve que la intención de la muestra fue trabajar sobre los estereotipos femeninos. «Uno de los objetivos era visibilizar la heterogeneidad de lo femenino a través del arte. Por eso la idea de que la muestra se llame Mujer: modelo para desarmar, ya que el modo estereotipado en el que se presenta o representa a las mujeres suele tomarse como una realidad autoevidente, pero lo cierto es que son construcciones de sentido históricas y dinámicas susceptibles de ser transformadas», concluyó.
—Lautaro Cossia
