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Nuevo instrumento

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Los cambios en la regulación del sistema financiero permitieron ampliar la oferta de crédito para las pymes. Las alternativas impulsadas por la Comisión Nacional de Valores y el Banco Central.

 

Bolsa. El pagaré bursátil, similar al cheque de pago diferido, pero con un plazo de hasta 5 años, está destinado a pymes. (Guadalupe Lombardo)

Los cambios introducidos en los marcos regulatorios del sistema financiero –ya sea por el Banco Central o la Comisión Nacional de Valores– permitieron acercar a la pequeña y mediana empresa herramientas de financiamiento de más sencilla aplicación y menos costosas. En febrero de este año se puso en marcha el pagaré bursátil, un instrumento similar al cheque de pago diferido pero de más largo plazo. Las pymes tienen diferentes alternativas para su financiamiento, aunque en su mayoría están limitadas al corto plazo. Entre ellas están los cheques de pago diferido, las obligaciones negociables y el sistema financiero bancario.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner había anunciado la puesta en marcha del pagaré bursátil durante el acto por el 159º aniversario de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, donde anunció la reglamentación del nuevo marco regulatorio para el mercado de capitales. «Creemos que va a ser sumamente útil para todos aquellos que requieran, sobre todo las pymes, mayores plazos de financiación, ya que los cheques alcanzan únicamente 365 días», explicó la jefa de Estado. «Tenemos la necesidad de que el mercado de capitales no sea algo casi vedado al gran público –señaló la Presidenta– y adquiera una profundidad como la que tiene en otras sociedades, como un instrumento importantísimo en la movilización».
La iniciativa apunta a que las pymes se financien en el mercado bursátil como una alternativa al crédito bancario. Está destinado a firmas que no están en condiciones de abrir su capital a la Bolsa y será complementario al uso de cheques de pago diferido, que evidenció un importante desempeño en los últimos años. De acuerdo con  los últimos datos, el 99% de la emisión de cheques correspondió al mercado primario (financiamiento) y el plazo se extendió hasta 203 días. El pagaré bursátil, que tendrá un mecanismo de negociación similar al cheque, podrá llegar hasta los cinco años. A poco de su lanzamiento en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, una pyme del sector agropecuario obtuvo con esta herramienta financiación en pesos a un plazo mayor a 400 días. La Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) Aval Federal respaldó este primer pagaré.

 

El marco
Dos modificaciones fueron clave para acercar este tipo de instrumentos a las pymes. La primera fue la reforma integral del mercado de capitales, regulada hasta el año pasado por la Ley Nº 17.811 promulgada en 1968 durante la  presidencia de facto de Juan Carlos Onganía y que desde entonces no había sufrido modificaciones. La actual ley pone fin a la autorregulación de la actividad bursátil y permite el ingreso de nuevos jugadores, al tiempo que acerca el mercado al pequeño ahorrista. Los cambios se adecúan a los retos y exigencias que plantea a los países la recuperación de las economías tras la peor crisis financiera desde el crack del 30, que se originó precisamente por una falta de regulación. La principal premisa de la nueva ley es desconcentrar los negocios en la Bolsa, proteger al usuario y favorecer el acceso al financiamiento.
Los cambios en la Carta Orgánica del BCRA le dieron al organismo mayores herramientas para alcanzar múltiples objetivos, sumándose mantener la actividad económica y el empleo. Estas nuevas atribuciones le otorgan la posibilidad de redireccionar el crédito a la actividad productiva. En esa senda, y en paralelo al lanzamiento del pagaré bursátil, el directorio del Central aprobó una ampliación de la Línea de Créditos para la Inversión Productiva, con la inclusión del descuento de cheques de pago diferido dentro del menú de los bancos. Las entidades financieras podrán otorgar a este destino hasta un 10% de su cupo previsto para el primer semestre de 2014. En la actualidad, las pymes acceden a descontar estos documentos a una tasa que va del 35% al 45% en bancos. En esta etapa de ampliación de la línea, la tasa de interés a aplicar será de 17,5% anual, idéntica a la que registra esta línea crediticia para el resto de los destinos.

 

El pagaré
El pagaré podrá ser utilizado con la misma simplicidad con que hoy se utiliza el descuento de cheques de pago diferido y tendrá, si es avalado por una SGR, una gran liquidez, dado que permitirá a los inversores institucionales adquirirlo. Con este instrumento se permitirá financiarse hasta los 24 meses, con un monto máximo de dos millones de pesos, convirtiéndose de esta manera en una herramienta «puente» entre los Valores de Corto Plazo (VCP) –se utilizan por fondos inferiores al millón de pesos–, y las Obligaciones Negociables (ON) –se emiten por un plazo superior a dos años y montos superiores a los dos millones de pesos–. Para bajar la tasa alta de descuento que cobran los bancos para liquidar cheques, la Comisión Nacional de Valores actualizó las condiciones para fomentar la negociación secundaria del nuevo instrumento. El procedimiento es el siguiente: la empresa emite un pagaré y, a través de un agente, lo deposita en un mercado o en la Caja de Valores. A partir de entonces, comienza la negociación secundaria o anotación en cuenta, y de la puja entre quienes quieran comprar el instrumento surgirá una tasa de interés que pagará la firma emisora. Tal como sucede con los cheques de pago diferido, habrá distintas alternativas para los pagarés –avalados por sociedades de garantías, patrocinados por empresas, directos, garantizados por warrants, entre otras–, que dependerán de cada institución que incorpore el instrumento en su cartera.

Cristian Carrillo

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