Otra forma de ser banco

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Más de 700 delegados convalidaron el último ejercicio de la entidad cooperativa en un imponente salón de Parque Norte. Repaso de un nuevo año de gestión democrática, participativa y eficiente.

 

Dirigentes. Callegari, Raffo Quintana, Giura, Guelman, Galmés, Heller, Cortés, Sapei, Chalak, Louzán, Lorenzo y Cédola. (Horacio Paone)

Como cada año, el Salón Dorado de Parque Norte fue el escenario de la Asamblea General Ordinaria de Credicoop, máxima instancia estatutaria del banco cooperativo que pone de relieve su filosofía democrática y participativa, heredera de la labor desplegada desde los inicios del siglo XX por las cajas de crédito. Unos 700 delegados, junto con dirigentes, asociados y miembros del personal colmaron el predio ubicado en la ciudad de Buenos Aires. El acto, donde se aprobaron por unanimidad la Memoria y el Balance correspondientes al bienio 2012-2013, fue encabezado por el presidente de Credicoop, Carlos Heller, junto con otros miembros de la mesa directiva, quienes continuarán en sus respectivos cargos durante el próximo ejercicio: Ricardo Sapei, vicepresidente 1º; Horacio Giura, vicepresidente 2º; Raúl Guelman, tesorero; Carlos Louzán, protesorero 1º; Néstor Callegari, protesorero 2º; Melchor Cortés, secretario; Basilio Chalak, prosecretario; Horacio Raffo Quintana, prosecretario 2º y Jorge Lorenzo, síndico. También formaron parte de la mesa el gerente general, Gerardo Galmés, y el presidente del IMFC, Rubén Cédola, quien brindó un mensaje a los presentes. «Siempre digo que esta Asamblea es una verdadera fiesta institucional. Hemos saludado desde el IMFC los 30 años de democracia y la plena vigencia de la ley de Sevicios de Comunicación Audiovisual. También saludamos a Carlos Heller porque en las elecciones del 27 de octubre renovó su mandato como diputado nacional. Hoy podemos decir que estamos en el camino y antes de 2003, ni siquiera estábamos en la banquina. Podemos decir que avanzamos muy bien y en poco tiempo. Hay que seguir participando», expresó Cédola.
Por otra parte, se difundieron los datos vertidos en el Balance General, donde se reflejó que el posicionamiento y la participación del banco en el total de depósitos del sector privado es del 5,30%. A la par, la participación total (incluyendo los depósitos del sector público nacional, provincial y municipal) se ubicó en el 3,99%. Esto posiciona a Credicoop como el 6º banco dentro del segmento privado y el 8º banco de todo el sistema. Asimismo, se puso a consideración el Balance Social Cooperativo (ver recuadro), convalidado por los auditores de la Alianza Cooperativa Internacional para las Américas, Liliana González y Juan Carlos San Bartolomé.

 

Desafío ético
Como hace habitualmente, Heller  realizó un pormenorizado análisis del contexto político y económico nacional e internacional. Como dato sobresaliente, remarcó que el 8,4% de la población mundial tiene el 83% de la riqueza, y, en el otro extremo, casi el 68,7% dispone apenas del 3%. «Este es el resultado más dramático de cómo está conformado este mundo que, por un lado, puede producir alimentos para el doble de la población actual, pero donde hay casi 1.000 millones de personas que pasan hambre», describió el dirigente. En este sentido, expresó que «el principal desafío ético de los que dirigen tiene que ver con qué aportan para revertir esa desigualdad que hoy subsiste en esta humanidad tan injusta como rica. Cómo trabajar para evitar este escándalo de la concentración de la riqueza».
Previamente, detalló algunos datos referidos a la dinámica económica global. «La economía sigue atravesando una etapa que, generosamente, podríamos llamar de bajo crecimiento. No se trata de mala suerte ni de accidentes producto del clima. Se trata fundamentalmente de las políticas que esas economías centrales llevan adelante, políticas fiscales contractivas que se traducen en menores niveles de demanda y de empleo en esa zona pero que, además, afectan a las restantes economías, fundamentalmente por la vía del menor dinamismo del comercio global», afirmó Heller, deteniéndose luego en los datos correspondientes a Latinoamérica: según las estimaciones del FMI, la región crecería este año un 2,7% y en 2014 un 3%. «El comercio mundial, según esas mismas estimaciones, continuará anémico, creciendo apenas un 2,9% este año, muy lejos de los valores promedio que se registraron entre los años 2000 y 2008, que estuvieron por encima del 6%», detalló.
Respecto de la crisis europea, admitió que el escenario fue superado, precisamente, debido al doble estándar de las políticas económicas: por un lado, haciendo esfuerzos para satisfacer las necesidades de grandes grupos financieros aunque sin contemplar medidas para evitar los costos sociales de la crisis. En este marco, citó el caso de los Estados Unidos, donde subsiste la problemática del desempleo. «Según cálculos recientes del FMI, los recortes del gasto impuestos a principios de este año restarán entre un 1,5 y un 1,75% del crecimiento del año en los EE.UU. Estamos hablando de un país que tiene una proyección de crecimiento del 1,6%. Muy poco. Y que como producto de los recortes que hicieron al presupuesto en el marco de las negociaciones entre republicanos y demócratas por las partidas presupuestarias, significan una contracción de la economía superior a un punto y medio. Es decir, si no se hubieran aplicado esas restricciones, la economía de los EE.UU., según el informe del propio FMI, hubiera podido crecer el doble de lo que efectivamente va a crecer este año», explicó. También habló del caso de países como Grecia, que registra una caída acumulada de su producto bruto interno del 23% y donde «estarían por pedir un tercer rescate financiero, reflejando lo perverso de toda esta trama: se hace un ajuste supuestamente para resolver un problema fiscal, ese ajuste produce recesión –por lo tanto no se resuelve el problema–, se hace otro ajuste y así sucesivamente».

Espíritu federal. La Asamblea convocó a delegados de todos los puntos del país. (Jorge Aloy)

 

Tensiones económicas
En cuanto a la situación nacional, el diputado reelecto manifestó: «Desde el año 2007 hasta aquí se dio una contribución al crecimiento del PBI de bienes y de servicios. Dentro de los bienes se destacan la agricultura y la ganadería, la construcción y la industria. Por su parte, el crecimiento de los servicios involucra al comercio, las comunicaciones, el turismo interno, la intermediación financiera. Los períodos de tensiones económicas han impactado principalmente en la producción de bienes, hasta generar negativos en los años 2009 y 2012», analizó. «Esta evolución –continuó– muestra una estructura con ciertos desequilibrios sobre los que hay que trabajar». Respecto de las iniciativas orientadas a revertir dicha situación, el dirigente cooperativista destacó la formulación de estrategias de largo plazo, como los planes industriales 2010-2020. Y de más corto plazo, el diálogo iniciado entre el Gobierno, los empresarios y la representación de los trabajadores. A la par, y acompañando su análisis con filminas que mostraban datos estadísticos, remarcó: «Ante cada etapa de crecimiento económico que ha vivido la Argentina, la industria se convierte en un gran demandante de insumos y bienes de capital importados. Una deficiencia estructural en la que, si bien se ha corregido en alguna medida, queda mucho por hacer en la materia». El análisis también abordó el aspecto energético, sobre el cual el presidente de Credicoop afirmó: «Tenemos déficit comercial, importamos mucha más energía de la que exportamos. Y esto es una combinación del proceso de desinversión de las compañías hidrocarburíferas privadas y también del crecimiento que algunos pretenden ignorar: hoy se consume mucho más electricidad y gas en las industrias y en las familias, y todos los años se largan a rodar 850.000 autos que deben llenar sus tanques de nafta. No hay que hacerse los distraídos, hay que tener en cuenta ese factor. De cualquier manera es una cuestión que requiere atención; atención que comienza a darse a partir de la nueva YPF nacionalizada que está desarrollando un sinnúmero de acciones para revertir esta situación».
Respecto de las medidas a tomar ante el actual escenario, Heller admitió: «No creemos para nada que estas dificultades que hemos descrito se resuelvan a través de las recetas tradicionales ni recurriendo a devaluaciones. Al contrario, creemos que la política de flotación administrada es la adecuada para administrar el tipo de cambio». A la par, recordó que entre las propuestas del IMFC hechas desde antes de la crisis del año 2001, se sostiene que las divisas deben ser consideradas como bienes públicos. También destacó la sanción de las leyes que abogan por el trabajo decente, entre ellas el Régimen de Trabajo Agrario y el Régimen Especial de Contrato de Trabajo para el Personal de Casas Particulares. «Dentro de las peleas más importantes –continuó Heller– está la Línea de Créditos para la Inversión Productiva». Asimismo resaltó el impacto del programa ProCreAr para la construcción o refacción de viviendas y a la sanción de las leyes que regulan el mercado de capitales. Por último, recordó la necesidad de continuar la pelea por la sanción de la ley de Servicios Financieros para el Desarrollo Económico y Social. Para concluir su intervención, el dirigente alentó a «seguir militando en el movimiento que demuestra que es posible, que se puede, y que no es cierto que el gran motor de la eficiencia y de las actividades es el lucro». «Demostramos  –cerró– que hay valores superiores y que la solidaridad es un valor mucho más fuerte, que cuando se hacen las cosas con convicción, la cooperativa es un instrumento inigualable para trasladar bienestar, justicia social y para contribuir a la felicidad de todos y cada uno de los habitantes de nuestro país».

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