Sin categoría

Otras hierbas

Tiempo de lectura: ...

La producción de plantas aromáticas y medicinales se encuentra distribuida en unas 10.000 empresas en los cordones rurales de las principales ciudades argentinas. Se exporta a más de 30 países.

 

Coriandro. En Córdoba se implantaron cerca de 310 hectáreas de este cultivo aromático. (Gentileza INTA-San Pedro)

Al hacer referencia a la producción de especias o hierbas medicinales es habitual que se la relacione con una actividad artesanal, con plantaciones de mínima escala, en su mayoría para consumo privado. No obstante, en el país existen unos 10.000 productores de plantas aromáticas y medicinales distribuidos en todo el territorio, con especies características de cada zona, de acuerdo con las condiciones climáticas y culturales de cada región. En total hay 44.000 hectáreas que producen unas 17.000 toneladas de especias y plantas medicinales. El valor bruto de producción asciende a 20 millones de dólares, y una centena de empresas exporta, principalmente, manzanilla, coriandro, menta, pimiento, lúpulo, orégano, comino, hinojo, anís, mostaza, citronella y lemon grass, según cifras de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (AACREA). La Argentina es el principal exportador de aceites cítricos debido a su calidad a nivel mundial.
Las explotaciones predominantes son de tamaño reducido, el 90% de quienes cultivan estas especies son propietarios de una hectárea o menos. Por tanto, la producción de hierbas aromáticas y especias configura un sector pequeño y complejo pero de gran potencial. El sector es reducido en lo referente a volúmenes de producción, pero considerablemente amplio en cuanto a cantidad de productos, procesos y actores involucrados. Los productos provienen de más de 45 especies de plantas y corresponden a distintos órganos de las mismas, como frutos, semillas, raíces, hojas, flores e inflorescencias. Se comercializan enteros, deshidratados y seleccionados, triturados o molidos, y también pueden surgir de procesos más complejos que permiten obtener aceites esenciales y oleorresinas. El destino no es sólo la industria alimentaria; se utilizan, además, con fines medicinales, cosméticos y de perfumería.
El consumo per cápita argentino es de 200 gramos por año. En los países desarrollados, el consumo se incrementó a partir del interés que despiertan las comidas exóticas. Los condimentos son utilizados,  a su vez, como conservantes y antioxidantes naturales en la fabricación de alimentos industriales.
En el mundo se destinan cerca de 5,5 millones de hectáreas al cultivo de especias, hierbas aromáticas y medicinales, con un nivel de producción estimado de 4,5 millones de toneladas. La mayor parte de las especias y hierbas aromáticas y medicinales se producen en los países de menor desarrollo relativo, siendo India el principal productor a nivel mundial. La menta, el orégano y el perejil deshidratados son las hierbas más importantes en cuanto a volumen de producción y exportación. Las principales regiones demandantes son Estados Unidos y la Unión Europea con el 35% de participación; y dentro de esta última, Alemania es el principal comprador, seguido por España, Francia y Reino Unido, según datos de la Unión Industrial Argentina.

 

Condimentos
En Argentina se cultivan alrededor de 44.000 hectáreas a campo y 38.000 metros cubiertos, de acuerdo con el último Censo Nacional Agropecuario. La provincia de Buenos Aires es la de mayor superficie implantada, tanto a campo como bajo cubierta, alcanzando un total de 33.317 hectáreas. Córdoba implantó cerca de 1.015 hectáreas, mientras que Salta sólo a campo cuenta con 1.251. El orégano ocupa el primer lugar según cantidad de superficie cultivada, con una participación sobre el total del 11,2%, seguido por la menta (10,1%). Otras hierbas de importancia a nivel nacional son el coriandro, la citronella y el pimentón.
La Argentina exporta al mundo alrededor de 1.700 toneladas de hierbas aromáticas y medicinales, por un total aproximado de 4 millones de dólares. Las más exportadas son la manzanilla y el orégano. El total de destinos asciende a más de 30, los principales son Brasil (49%), Uruguay (20%) y España (5%). No obstante, el 85% de los productos son vendidos en su estado original, con escaso o nulo procesamiento. Las únicas que se venden molidas son la paprika, el curry y otras mezclas de especias. El resto se vuelca al mercado con algún grado de procesamiento (aceites esenciales u oleorresinas) según los datos de la Cámara Argentina de Productores y Procesadores de Hierbas Aromáticas, Medicinales y Afines. La participación de Argentina en las exportaciones mundiales no es significativa (0,05% del total), aunque experimentó un incremento significativo (60,5%) en comparación con 2002. La actividad industrial del sector está compuesta por 45 empresas envasadoras y mayoristas, las cuales emplean directamente alrededor de 1.300 personas. Las 7 empresas líderes concentran, aproximadamente, el 77% de las ventas totales. El país tiene ventajas comparativas para la producción de hierbas aromáticas debido a su diversidad de climas y a la gran extensión de su territorio, apto para el desarrollo de numerosas especies. Sin embargo, esta actividad no ha sido mayormente desarrollada en términos de producción y comercio regional e interno.
Entre las principales debilidades que evidencia la actividad, se destaca la presencia de productores minifundistas con estructuras productivas limitadas, baja capacidad de inversión, escasez de crédito, retraso tecnológico y bajo nivel productivo y falta de mercado de transporte.
Sin embargo, existen programas de fomento y mejoramiento de cultivos, como el de la Secretaría de Agricultura para la implementación de buenas prácticas de higiene o el de la Dirección de Calidad Agroalimentaria, que lleva adelante trabajos para el mejoramiento de la calidad y producción de aromáticas. El Consejo Federal de Inversiones (CFI) apoya a gobiernos provinciales en la promoción de la vinculación intersectorial. También existen programas del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y Agropecuaria (INTA). El Instituto Argentino de Racionalización de Materiales (IRAM) trabaja en el desarrollo de normas para hierbas aromáticas y medicinales con el objetivo de establecer los parámetros de calidad.

Cristian Carrillo