12 de julio de 2019
El enorme inventario de problemas que aquejan a la mayor parte de la humanidad en este comienzo turbulento del siglo XXI, confirma la necesidad de una profunda transformación en todos los planos». Así comienza la Declaración del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos difundida con motivo del 97º Día Internacional de las Cooperativas.
Para reforzar este postulado, el documento lanzado por el Instituto hace referencia a los Objetivos de Desarrollo Sostenible hacia el año 2030, elaborados por la Organización de las Naciones Unidas, «un llamado universal a la adopción de medidas para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad». Según la agenda planteada por la ONU, afirma la Declaración, «se deberían lograr, entre otras grandes metas, el hambre cero, salud y bienestar, educación de calidad, igualdad de género, trabajo decente y crecimiento económico para el total de la población mundial». Sin embargo, el documento emitido por el Instituto Movilizador advierte que los principales indicadores del panorama mundial contemporáneo hacen prever que el cumplimiento de tales objetivos «tiende a estar cada vez más lejos en el tiempo, a menos que se reemplace el paradigma económico dominante por otro modelo».
Como muestra de la necesidad de ir hacia un mundo con otras políticas económicas, la Declaración recuerda que «el papa Francisco acaba de lanzar una convocatoria a los jóvenes estudiantes de Ciencias Económicas, para que se reúnan en la ciudad italiana de Asís, en marzo de 2020, con la finalidad de comenzar a diseñar otra economía “en reemplazo de la que mata”». Asimismo, señala que la Alianza Cooperativa Internacional ha emitido numerosos documentos en los últimos años que van en el mismo sentido. Por último, resalta que la Confederación Cooperativa de la República Argentina (Cooperar) acaba de lanzar un documento que lleva por título «Aportes para un Plan Nacional de Desarrollo», destinado a los candidatos de todas las fuerzas políticas. Entre otros conceptos destacables, ese texto señala la necesidad de «proyectos de largo plazo y no planes de emergencia». Y destaca entre las muestras de un país en crisis factores como el desempleo, la caída del salario y las limitaciones o imposibilidad de acceder a determinados bienes y servicios, algunos de ellos de carácter esencial. En este marco, el documento de Cooperar plantea a las cooperativas como actores centrales para un cambio de rumbo, dado que son instituciones que «cuentan con recursos institucionales para movilizar la iniciativa autónoma de la sociedad civil a favor del desarrollo de toda la comunidad».
«En síntesis y en carácter de contribución al debate sobre el futuro de nuestro país y del otro mundo necesario, desde el IMFC, en total sintonía con Cooperar, proponemos la elaboración de un Programa Federal de la Democracia Económica, acordar una política de Estado que promocione la economía solidaria como herramienta útil para la democratización de la economía que deberá estar al servicio de la gente», explica la Declaración del IMFC. Este «gran acuerdo federal» contempla políticas que fomenten el trabajo asociado, el agregado de valor agroindustrial y cooperativo, el ahorro y crédito local solidario, la producción participativa de la vivienda, la organización empresarial de los consumidores y la gestión comunitaria de los servicios de agua, electricidad, gas, además de promover medios de comunicación, seguros, salud y turismo con sentido local.
Luego de recordar una de las frases emblemáticas del movimiento nucleado en el IMFC, «sin solidaridad no hay futuro», la Declaración concluye: «No caben dudas de que el mundo de nuestros días necesita con urgencia globalizar la solidaridad».
