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El canal VCA2 forma parte del conjunto de prestaciones de la cooperativa de servicios públicos de la localidad, que desde la década del 30 da respuesta a diversas necesidades sociales.

 

Grupo de trabajo. Integrantes del equipo periodístico y del consejo de administración de COOPAL, en uno de los estudios del canal.

Desde lejos se observa una gran torre rodeada de antenas parabólicas satelitales que cubren las terrazas del tradicional edificio de la Cooperativa de Servicios Públicos Almafuerte (COOPAL), en las intersecciones de avenida Buenos Aires y Alberdi de la localidad de 12.000 habitantes ubicada sobre la ruta nacional 36, a 100 kilómetros de la ciudad de Córdoba. Allí funciona la planta emisora del canal VCA2, emprendimiento de la cooperativa que brinda servicios esenciales a la población desde 1931. Miguel Ferrero, gerente de la cooperativa; Martín Duarte, secretario del consejo de administración; y Marcelo Gebhardt y Mauricio Accotto, periodistas, son los anfitriones de la visita de Acción al canal, de la que también participó Maricel Veglia, gerenta de la filial Almafuerte del Banco Credicoop.
«Nos enorgullece decir que nuestro canal cooperativo con el paso del tiempo mantiene su liderazgo», dice Mauricio Accotto, comunicador pionero del VCA2; canal que protagonizó en 2010 un hecho trascendental al lograr, gracias al trabajo de su representante legal (el abogado Miguel Rodríguez Villafañe), que la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) otorgara a la cooperativa la titularidad de una licencia de televisión por cable y una antena comunitaria de televisión, que es operada por la empresa Video Cable Almafuerte. Este hecho constituyó un antecedente de gran relevancia para otras entidades solidarias sin fines de lucro.
«Para entender mejor nuestra actualidad tenemos que hacer un poco de historia: los pobladores de Almafuerte y muchos otros lugares de la provincia recibíamos señales de los 3 canales de aire de Córdoba, las cuales generalmente eran muy malas, por lo cual, en 1988, la cooperativa propició el nacimiento de Video Cable Almafuerte, que con el montaje de torre y antenas parabólicas, ayudaron a recibir distintos canales de la Argentina y el mundo», recuerda Acotto. «Un año después –añade–, empezamos con programas propios, dentro de los que se destaca el noticiero Suceso Semanal, que aún continúa. Fuimos creciendo en producciones locales hasta llegar a mediados de los 90 con un programa diario y el noticiero nocturno pero tomamos verdadero liderazgo como canal al cubrir fútbol. En 2004, mediante un convenio realizado con los titulares de las acciones de Video Cable Almafuerte, el consejo de la cooperativa tomó a su cargo el gerenciamiento de esa sociedad», explica Acotto. «Tenemos que decir –agrega el gerente Miguel Ferrero–, que el canal se ha convertido en una especie de vidriera de la localidad. Siempre comentamos que sería mucho más fácil comprar programas de los denominados “enlatados”, pero traicionaríamos nuestros principios».
El canal, que llega a los 3.200 abonados que tiene el servicio de cable brindado por la cooperativa, tiene una programación de 24 horas. «Emitimos series y películas pero la fortaleza y lo que nutre la identidad son nuestros propios programas que van desde servicios de compra-venta, campo, debates  políticos, y algo que llena de satisfacción a todos, un ciclo documental llamado Memorias del Centenario. Como institución nos comprometemos a lograr pluralidad, equidad y responsabilidad en los tratamientos de contenidos», dice Ferrero.

 

Soluciones concretas
Lejos quedaron los tiempos en que la
COOPAL se llamaba simplemente Cooperativa de Luz y Fuerza de Almafuerte, entidad gestada por un puñado de vecinos que, reunidos en comisión, gestionaron la conexión eléctrica al suministro de la usina La Cascada. Al año siguiente sumaron agua corriente y siguieron atendiendo las necesidades de los asociados,  incrementadas a media que la población se extendía. La fábrica de hielo nació en los años 50, luego vinieron otros emprendimientos como elaboración de postes de hormigón, electrificación rural, construcción de obras públicas,  servicios sociales, gas, cementerio parque, teléfono, video cable e Internet, cine-teatro, predios recreativos, propaladora y servicios educacionales.
«Como casi todas las cooperativas de servicios públicos, fuimos incorporando prestaciones por demanda, llevando soluciones concretas a los requerimientos de los vecinos», cuenta Martín Duarte. Ante la necesidad de contar con más opciones educativas en Almafuerte, la cooperativa firmó un convenio con el Instituto Superior de Educación y Trabajo (ISET) de Villa María, con el que se implementaron cuatro tecnicaturas de tres años con aprobación provincial y validez nacional. «También nos ocupamos de brindar orientación vocacional-ocupacional», agrega Duarte.
Gebhardt, en tanto, hace una particular mención a una de las iniciativas culturales de la entidad: «Rescatamos una pieza fundamental del patrimonio cultural de Almafuerte: el cine teatro Ideal Cooperativo. Las instalaciones quedaron equipadas con la mejor tecnología y confort, e instituciones de toda la localidad realizan sus eventos aquí. Además,  todos los años realizamos una maratón de 10 noches de teatro vocacional, un evento de gran trascendencia para nuestra comunidad».

—Texto y fotos: Bibiana Fulchieri

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