La filial Litoral del IMFC se sumó a las celebraciones del Día Internacional de las Cooperativas, con un acto del que participaron, entre otros, su presidente, Edgardo Form. Análisis de la coyuntura nacional y el rol del movimiento solidario.
9 de agosto de 2017
Con la presencia de integrantes de la comisión asesora, dirigentes del Banco Credicoop y representantes de entidades solidarias y organizaciones sociales, se conmemoró en la filial Litoral del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (con sede en la ciudad de Rosario) el 95º Día Internacional de las Cooperativas, en un acto donde cobró protagonismo el análisis de la realidad nacional.
«El conjunto de cooperativas nucleadas en el Instituto ha logrado proyectar a nuestros días el legado de las cajas de crédito en la gestión de empresas grandes y complejas, demostrando que democracia y eficiencia no son principios incompatibles. Además, se han impulsado iniciativas como el Centro Cultural de la Cooperación, y más recientemente el Instituto Universitario de la Cooperación», señaló Iván Pérez, jefe de la filial, al inicio del acto.
Integró también el panel Claudia Paredes, presidenta de la comisión asesora de la filial, quién citó fragmentos de un documento del IMFC del año 1966. «El documento dice que “por ser el cooperativismo un movimiento de paz y trabajo constructivo, resulta esencial para su desarrollo y consolidación la plena vigencia de la democracia, fundada en el respecto de los inalienables derechos de la persona humana y el libre juego de las instituciones representativas en un clima de normalidad y estabilidad constitucional”. Y qué acertadas que son estas palabras en los momentos actuales, cuando vemos que se está dando marcha atrás a muchos procesos por los cuales se habían conquistado más derechos», señaló Paredes, refiriéndose a los recortes de la actual administración nacional que afectan a jubilados, trabajadores y jóvenes.
Aprendizajes colectivos
Otro de los integrantes de la mesa fue Alberto Gandulfo, coordinador del programa de Fortalecimiento de la Economía Solidaria de la Fundación del Banco Credicoop y exresponsable de la Comisión Nacional de Microcrédito. En su intervención recorrió aspectos del movimiento cooperativo que, según señaló, son especialmente relevantes en el actual contexto. «Somos los que defendemos los puestos de trabajo. En un momento de grandes crisis y de una política que va a la desindustrialización y el desempleo; desde nuestro sector por ahí tendremos menores retiros, pero generalmente no se expulsa gente, no se explota gente», subrayó. También mencionó otros rasgos como la organización y la inserción territorial de las organizaciones solidarias. «Tenemos que construir poder para manejar, cambiar la relación dentro del mercado y también interpelar a nuestra sociedad, desde lo político, desde lo organizativo, desde lo económico, desde lo social», concluyó.
Cerró el panel Edgardo Form, presidente del IMFC, quien afirmó: «Tenemos la aspiración de recuperar el Estado argentino para el interés nacional, para la defensa del patrimonio material, cultural, para promover el desarrollo del mercado interno, las pequeñas y medianas empresas, las economías regionales». Por otra parte, abordó temas como globalización y neoliberalismo para contextualizar el proceso actual. «La globalización que se ha instalado desde hace unos cuantos años, no es por supuesto la globalización de la solidaridad como dice el Papa, tampoco es la globalización que permite el flujo de los trabajadores de un país al otro, por el contrario, hay limitaciones para quienes viven en situaciones de guerra o de postergación absoluta, que aspiran a llegar a horizontes mejores y terminan hundiéndose en el Mediterráneo. Esto es lo que prevalece hoy en esta economía despiadada». Y concluyó con una cita de un discurso de Floreal Gorini, de febrero de 2002: «El cambio es indispensable pero el mismo requiere de consenso político y social, las tareas a encarar son muy profundas».
