Perspectiva regional

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El Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos participó activamente, a través de sus referentes e investigadores, del encuentro organizado por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales. Mirada emancipadora en un mundo en crisis.

Voces. Educación, memoria y movimiento feminista fueron algunos de los temas abordados. (Jorge Aloy)

En un marco multitudinario, se desarrolló el Primer Foro Mundial del Pensamiento Crítico, encuentro organizado por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) en diversas universidades, instituciones públicas y espacios culturales de la Ciudad de Buenos Aires. Tal como se publicó en el número 1255 de Acción, se trató de una reunión de académicos y líderes sociales y políticos para analizar la coyuntura social, las políticas públicas y buscar alternativas a los problemas de exclusión, violencia y desigualdad en la región y tuvo participantes de la talla de las expresidentas Cristina Fernández y Dilma Rousseff, del exmandatario colombiano Ernesto Samper, el vicepresidente boliviano Álvaro García Linera y la excandidata a vicepresidenta brasileña Manuela DʼÁvila (ver página 22), así como también de militantes sociales, intelectuales y personalidades de la cultura.
Dentro de las jornadas, donde se desarrollaron más de 7.000 ponencias y 350 eventos especiales en unas 25 sedes, el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, a través del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, la Fundación Idelcoop y el Instituto Universitario de la Cooperación (IUCOOP), tuvo una presencia destacada. El CCC prestó su espacio y a su vez participó a través de sus investigadores y dirigentes de sus diversos departamentos, de foros especiales y charlas con investigadores y representantes de diversas regiones del mundo. En tanto que Idelcoop e IUCOOP formaron parte de paneles sobre educación realizados en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.
Uno de esos encuentros se realizó en la sala Jacobo Laks del CCC. Se trató del foro Marx 200 años. En este marco se realizó la charla «Pensar el mundo, pensar la coyuntura: Marx hoy». Estuvieron presentes en la mesa Marcello Musto (York University), Göran Therborn (Cambridge University) y Cinzia Arruzza (New School for Social Research). Coordinó Araceli Mondragón González, de la Universidad Autónoma Metropolitana de México.
En tanto, en la sala Pugliese tuvo lugar el foro Movimientos Feministas, Géneros y Políticas en América Latina y el Caribe. Luchas antipatriarcales, antineoliberales y legalización del aborto, donde militantes y analistas de todo el continente debatieron sobre el proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) y la actual Ley de Educación Sexual Integral, y donde se expusieron diversas posturas entre el público y las panelistas, desde las del Colectivo Ni Una Menos hasta las del movimiento de Católicas por el Derecho a Decidir. También se realizaron en el CCC foros sobre Arte y Política, la Revolución Cubana, Memoria y Derechos humanos, entre otros.
Por otra parte, en la sede de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, en el eje Innovaciones curriculares o institucionales en la formación en ciencias sociales y/o humanidades, expusieron Daniela Díaz Zuñiga y Diego García Délano (Colegio Paulo Freire de San Miguel, Chile), Ludmila Pellegrini, María Lucrecia Cabrera y Matías Emanuel Sánchez (Escuela Pública de Gestión Social N°1, Argentina) y Pablo Imen y Javier Calderón (en representación de Fundación Idelcoop y el Instituto Universitario de la Cooperación, IUCOOP). La mesa estuvo coordinada por Arnaldo Serna Purizaca (Escuela para el Desarrollo, Perú).
Imen repasó datos sobre la economía asociativa a escala mundial, señalando que un 12% de la humanidad está asociada a una cooperativa y que existen más de 3 millones de entidades de este tipo. Y mencionó los inicios del cooperativismo de crédito en Argentina, relacionándolo con la creación del Instituto Universitario de la Cooperación. «Todo ese acumulado se expresa en un nuevo salto político y organizacional que es la creación del Instituto Universitario de la Cooperación y que esperamos que pueda tener diálogos muy fluidos con las escuelas cooperativas del país y de América Latina», sostuvo Imen. A la par, Calderón manifestó: «La sociedad va constituyendo una nueva necesidad de conocimientos, que no son solo un conocimiento universitario acreditado por saberes expertos y especializados, sino que también en las prácticas de esta realidad de la economía social y solidaria de hacer esfuerzos interdisciplinar, transdisciplinar, en la constitución de conocimiento que nos permite gestionar, que nos permite tener planteamientos sobre la democracia, que nos permite tener una perspectiva de otra economía para otra sociedad».

Desafíos pedagógicos
También se llevó a cabo en la Facultad de Sociales un panel dentro del eje Políticas educativas y derecho a la educación. Allí estuvieron Andrea Meinerz (profesora del Instituto Federal de Río Grande do Sul, Brasil), Jaime Mejía Bastidas (profesor de la Universidad de Nariño, Colombia) y Patricia Avaca y Zulma Perassi (integrantes del Ministerio de Educación de la Provincia de San Luis), además de Calderón e Imen, quienes participaron también en representación de Idelcoop. La moderadora fue, en esta oportunidad, María Luana Valois (profesora de la Universidad Federal de Pernambuco, Brasil). Entre los temas abordados estuvieron la interculturalidad crítica como herramienta transformadora, la problemática de la evaluación docente en Argentina, los desafíos de la educación pública en Colombia y el rol de las políticas públicas para afrontar las desigualdades de género en América Latina y Caribe.    
En el mismo espacio, pero en el marco del eje Movimientos sociales y ciudadanías, tuvo lugar el panel «Cooperativismo, autogestión y otras formas de organización solidaria», del que participaron Anabel Rieiro (investigadora del departamento de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, Uruguay), Juan Carlos Campos Carrera (integrante del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas, Cuba), César Basañes (gerente de la Confederación Cooperativa de la República Argentina), Gabriel Fajn (integrante de Idelcoop y IUCOOP) y Julián Rebón, doctor en Ciencias Sociales y docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Desde la coordinación del evento, a cargo de Javier Calderón, se afirmó: «Pensamos que debemos tener un espacio de incidencia en Clacso, un espacio de incidencia en nuestras universidades, en nuestros ámbitos académicos, para construir comunidad latinoamericana en torno a estas temáticas».
Rieiro, en tanto, se preguntó cómo reflexionar en «contextos antagónicos» y de ahí abordó los sentidos de la democratización que se relacionan con la ciudadanía y los movimientos sociales como «un campo relacional donde los antagonismos se van configurando, que son oposiciones reales y que se van configurando en las distintas sociedades más allá de las contradicciones». Basañes, por su parte, puso de relieve la pasada 5° Cumbre Cooperativa de las Américas realizada a fines de octubre de 2018 en la Ciudad de Buenos Aires, donde confluyeron representantes de todo el mundo, poniendo de relieve la Declaración de Buenos Aires, donde se subraya la importancia de la cooperación internacional como herramienta de transformación en un contexto mundial de crisis social, económica, política y ambiental. «Este tiene que ser el eje articulador de nuestro diálogo entre las organizaciones y el Estado, que es cambiar las condiciones de producción y de comercialización y de consumo a los efectos que sean sostenibles en el marco de la agenda 2030», subrayó Basañes.

Trabajo mancomunado
Por su parte, Rebón se refirió al rol de las empresas recuperadas en la actualidad y entre los elementos que permiten la consolidación económica y social de estas cooperativas subrayó la relación con el Estado y la promoción de políticas públicas que fomenten este tipo de organizaciones, y reflexionar la economía solidaria como un «actor político y económico». Campos Carrera puntualizó las diversas experiencias asociativas en el marco del socialismo cubano. Destacó entre sus propósitos, además del fin económico, «el sentido social, ideológico, cultural, de la cultura del trabajo y de relaciones sociales».
Y Fajn hizo lo propio con el rol de las cooperativas de trabajo que emergieron luego de la crisis de 2001 en Argentina y que permitieron a los trabajadores «integrarse a formas colectivas, a posibilidades de intercambios con otros, a la organización del tiempo, a la posibilidad de tener algún tipo de cobertura». «En lugar de continuar esa lógica hacia la exclusión –agregó Fajn–, estos movimientos me parece que fundamentalmente dan contenido social, dan soportes relacionales y me parece que la forma cooperativa es una forma organizativa que realmente se adapta rápidamente a esta lógica».

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