8 de agosto de 2018
Tras las críticas de la comunidad científica a las declaraciones del pediatra Abel Albino acerca de que el preservativo «no protege contra nada», el presidente Mauricio Macri lo defendió. «Albino trabaja para el gobierno nacional creando centros de inclusión infantil. Tenemos que apostar a eso y dejar opiniones en otros campos», dijo. Sin embargo, no se trata de ámbitos separados. Por el contrario, y tal como lo explica en su libro Gobernar es poblar, Albino hace del prejuicio misógino y moralista la base de su supuesta lucha contra la desnutrición. Es necesario, dice, «revertir las perversiones afrodisíacas que forman parte del marco sociocultural de la desnutrición». En los sectores marginados, agrega, «el ejercicio de la sexualidad se desarrolla de modo promiscuo y animal». Por eso, hay una serie de conductas que deben ser combatidas: «impudor, pornografía, autoerotismo, sexo contra natura, anticoncepción, aborto, infidelidad y concubinato», enumera. En su libro asegura, entre otras cosas, que el himen es «un sello virginal» semejante al que distingue a las prendas de vestir de las tiendas elegantes; que la mujer que utiliza un DIU «carga de por vida con las dudas de su posible responsabilidad en varios abortos» o que la educación sexual es un plan «de fornicación asistida».