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Artistas callejeros, vecinos y médicos se unieron para convertir los muros perimetrales del hospital de Coghlan en una galería de arte a cielo abierto. Salud, prevención e identidad barrial.

 

Campaña. Los murales apuntan a crear conciencia sobre las necesidades y el estado general del centro médico. (Facundo Miguel Nívolo)

En el barrio porteño de Coghlan se encuentra emplazado el emblemático Hospital General de Agudos Dr. Ignacio Pirovano, que lleva más de 110 años atendiendo pacientes de la ciudad de Buenos Aires y alrededores. Desde su creación, el hospital estuvo ligado fuertemente con la comunidad  y hoy son los vecinos quienes luchan por su mejoramiento.
El Pirovano pinta bien es un proyecto artístico que comenzó en 2009 y continúa hasta hoy con un doble objetivo. Por un lado, poner en valor con intervenciones pictóricas las paredes perimetrales del hospital –aproximadamente 1.000 metros cuadrados– y, por el otro, generar una campaña de difusión sobre las necesidades y el estado general del centro médico. Cuando comenzó a gestarse el plan, la guardia estaba cerrada y el hospital no tenía tomógrafo.
El proyecto es llevado a cabo conjuntamente por la dirección del hospital Pirovano –a cargo del doctor José Antonio Cuba–, la Asamblea de Coghlan, MPC –un colectivo de artistas callejeros–, la asociación civil Amigos de la Estación Coghlan, Vecinos x el 25 –una asamblea autoconvocada de vecinos– y el Consejo Consultivo de la Comuna 12. Con la idea de convertir los muros deteriorados del hospital en una galería a cielo abierto, la movida –que comenzó hace algunos años y que sufre de los retrasos que vienen aparejados cuando se trata de hacer algo a pulmón, sin ningún tipo de apoyo gubernamental– sigue activa pero con menos impulso.  Para realizar las pintadas se convocó a muralistas, artistas plásticos e instituciones educativas. También han pintado el perímetro del Pirovano artistas de Colombia, Chile y Perú, exponentes de lo mejor del arte callejero latinoamericano. Incluso tuvieron su espacio en la pared los llamados Vecinos Roqueperinos (de la calle Roque Pérez), quienes pintaron la leyenda «Todo lo que necesitás es amor» –cada letra estuvo a cargo de un vecino diferente–.

 

Fiesta popular
El Pirovano pinta bien comenzó como una convocatoria abierta que, debido a las múltiples dificultades organizativas que implicaba, se cambió a una convocatoria mediante invitación, que es la que se implementa en este momento. Los temas sobre los que se pinta giran en torno de los conceptos de salud, prevención e  identidad barrial.  Los materiales de los artistas fueron conseguidos por el MPC cuidando que cada artista pudiera utilizar la paleta de colores con la que habitualmente trabaja.
Santiago Fallon, organizador del área plástica y artista callejero, califica las pintadas como «arte público» y cuenta que el espíritu de las jornadas en las que se pinta es la de una pequeña fiesta popular. El boletín de la Asamblea Vecinal de Coghlan ha bautizado estos eventos street vernissages, ya que, mientras los artistas trabajan, el espacio es apropiado por la presencia de los vecinos que se acercan y se conocen entre sí. También hay «choripaneadas», música, amplia participación juvenil y hasta se involucraron asociaciones ecologistas que plantaron árboles en los canteros libres. «Los murales le agregan color, libre expresión e inclusión a todos los que de un modo u otro participamos, además de realzar las grises y despintadas paredes del hospital», cuenta Martín Mujica, miembro de la Asamblea de Coghlan. En esta galería pública puede verse una nueva lectura sobre la vara de Esculapio, un chancho ambulancia, una porción  de la selva, el abrazo sanador y una máquina para curar, entre otras obras.
Con el esfuerzo de los vecinos, cuyo único incentivo es mejorar el barrio y su hospital, se logró, finalmente, la apertura de la guardia y la instalación y puesta en funcionamiento del nuevo tomógrafo. «Toda esta movida la hicimos vecinos sin apoyo alguno del Estado o de partidos políticos, siempre teniendo como objetivo, más allá de la cuestión artística y estética, la participación vecinal en la cosa pública. Y en particular, la defensa del hospital público y el control vecinal sobre su gestión», asevera Mujica.
La idea regente de El Pirovano pinta bien está vinculada con el concepto de que el hospital es público y de todos, y su realización es fruto de la autogestión de vecinos y artistas. Este proyecto todavía no ha terminado; sólo una porción de los muros del hospital que se extienden por las calles Melián, Pedro Ignacio Rivera y Roque Pérez ha sido cubierta. Y si bien quedan varios módulos por pintar, el proyecto está parado. Cuesta ponerse de acuerdo, encontrar soluciones a los problemas que surgen y la participación es despareja. Coghlan está a la espera de la vuelta de la fiesta a las calles, donde el arte y el interés vecinal se conjugan para convertir la espalda de este hospital en un frente.

Luz Vítolo

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