Por amor al arte

Tiempo de lectura: ...

El instituto de enseñanza de la cooperativa de trabajo Ars Nova fomenta la educación musical en los tres niveles de aprendizaje. Apoyo de la filial local de Credicoop.

 

Casa propia. Roldán, Castellano de Prunier, Blengino, Glokner y Della Vedova frente al imponente edificio de la cooperativa cordobesa.

Todo lo que quieras ser, con música», dice la frase escrita al ingreso del Arte Nuevo, instituto educativo con orientación musical de la ciudad cordobesa de Río Tercero creado por la cooperativa de trabajo Ars Nova. «Estamos muy movilizados porque esta noche estrenaremos Lo que me costó el amor de Laura, la opereta de Alejandro Dolina, donde participan alumnos de primero a sexto año», cuenta Viviana Blengino, fundadora y directora de nivel medio de la institución. «Los comienzos del Instituto fueron hace 25 años, cuando con Evelyn Giana empezamos a dar talleres musicales para todas las edades», rememora Blengino, quien señala que en aquel momento la aparición del Arte Nuevo «representó una alternativa para los que abandonaban los conservatorios tras nuevas búsquedas». «Después hicimos una escuela de verano para niños de 3 y 4 años y fue tan motivadora que decidimos, impulsadas por los padres, empezar en una casa alquilada con una sala de nivel inicial, haciendo especial énfasis en la formación musical. Nos constituimos en cooperativa de trabajo  y adscribimos oficialmente a la Dirección General de Institutos Privados de Enseñanza de la
Provincia de Córdoba. Así fuimos incorporando cada año un nuevo espacio hasta completar los tres niveles educativos y llegamos al año 2006 con la primera promoción de bachilleres». Desde 2012, el título que otorga el Instituto es de bachiller en Arte, especialidad Música. En la actualidad, cuenta con 75 alumnos en el nivel inicial, 182 en primario y 150 cursan nivel medio.
«Pasamos por tres casas antes de llegar a este sitio propio y es muy importante remarcar los esfuerzos que realizamos toda la comunidad educativa para estar aquí, en un edificio que era un frigorífico abandonado al que tuvimos que refuncionalizar por completo para transformar las cámaras de frío en aulas», relata Mariel Glokner, directora de nivel inicial y vocal de la cooperativa. «El dueño del edificio, Silvio Pizzolón, nos esperó 2 años hasta que pudimos concretar la compra y nos vendió el lugar al mismo precio al que lo había comprado en remate. Como cooperativa estuvimos 5 años pagando un crédito y 10 años cobrando la tercera parte de nuestros ingresos», agrega Glokner. Actualmente la cooperativa tiene 60 asociados. «Está muy bueno –dice Glokner– tener presente los comienzos, porque vemos este edificio enorme y debemos recordar que es gracias al aporte de tantos padres, que adelantaban cuotas para las refacciones, y a las maestras, que limpiábamos y en los veranos repintábamos todo, cada aula con un color de la bandera cooperativa». La docente resalta además la confianza de la comunidad en el proyecto educativo basado en el protagonismo de los niños y jóvenes, donde los derechos que la
ley les reconoce se expresan en prácticas: participación plena, desarrollo
vocacional temprano, acuerdos de convivencia y respeto por las diversidades de género, culturales, sociales, étnicas y religiosas.
«Seguimos creciendo como institución y estamos tras la búsqueda de un terreno para hacer nuestro auditorio», acota Glokner, quien además destaca que la cooperativa sostiene espacios de capacitación para los docentes y, por sobre todo, «se consolida para el futuro un equipo humano muy comprometido con un sentido de pertenencia profundo y efectivo».
Por su parte, Luciana Della Vedova, directora del nivel primario, remarca: «Ofrecemos una currícula con todas las materias tradicionales más talleres experimentales de instrumentos desde primer grado. Cuando llegan a cuarto eligen un instrumento y reciben clases del mismo en contraturno hasta finalizar el nivel medio. Además, procuramos siempre actividades de reflexión e inclusión de la familia en las diferentes propuestas; una de las últimas fue un viaje al Teatro Colón de Buenos Aires». A la par, Della Vedova destaca otro de los puntos que distinguen a la entidad: «Brindamos educación cooperativa en 4º y 5º grado, aunque todos los principios y valores del cooperativismo son tangibles día a día en esta institución».

 

Fortalezas e identidad    
Desde 2012, Año Internacional de las Cooperativas, en Río Tercero se fomentó el trabajo conjunto entre cooperativas representativas de la ciudad. Desde entonces, Ars Nova y el Banco Credicoop organizan actividades intercooperativas, potenciando las fortalezas y la identidad de ambas instituciones. En este marco, se realizaron conjuntamente acciones de integración entre el nivel inicial de Arte Nuevo y el banco durante el Día de los Jardines de Infantes a través de una puesta teatral; también el banco acompañó una producción musical de la cooperativa de tributo al rock nacional y también se organizó conjuntamente una kermesse cooperativa. «Ars Nova protagoniza eventos culturales, muestras, conciertos, espectáculos, y edita una revista; el Banco Credicoop apoya cada una de esas iniciativas, concretando así espacios de ayuda mutua y acción conjunta», afirma Marcos Roldán, oficial de Negocios Pyme de la filial Río Tercero del Banco. Por su parte, Alicia Castellano de Prunier,  responsable de educación cooperativa de la comisión de asociados de la filial y delegada del IMFC, agrega: «Este año se brindó además una conferencia a cargo del IMFC, en la que el dirigente Pablo Tissera, jefe de la filial Córdoba, relató los programas estatales que fortalecen a las entidades de la economía social, enriqueciendo perspectivas e informando a todas las cooperativas de la región».

—Texto y fotos: Bibiana  Fulchieri

Estás leyendo:

Por amor al arte