Presencia virtuosa

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Con cinco décadas de arraigo en el barrio Hospitales de Rosario, la entidad bancaria cooperativa cuenta con una nutrida comisión de asociados que impulsa proyectos de integración con su comunidad.

 

En pleno. Los integrantes de la comisión y el personal en el hall de la histórica filial, cuyo edificio fue recientemente remodelado. (Carlos Carrión)

Pronta a cumplir 50 años de vida, la filial 27 de Febrero del Banco Credicoop es un caso testigo del crecimiento de la actividad solidaria rosarina, estimulando el desarrollo del comercio barrial, las empresas familiares, diferentes emprendimientos asociativos y la producción industrial de la zona. Su origen fue la caja de crédito 27 de Febrero, que constituyó una importante herramienta crediticia para el desarrollo de los emprendimientos asociativos y comerciales del barrio Hospitales, donde se encuentra emplazada la filial. Por aquel entonces, como recuerda Manuel Cascallana, secretario de Actas de la Comisión de Asociados, el actual edificio no existía. «Se hacían peñas y reuniones periódicas en la biblioteca popular Solidaridad Social (vecina a la filial y una de las instituciones emblemáticas del barrio)», comenta el dirigente y añade: «Siempre hemos fomentado distintos tipos de actividades cooperativas junto con los vecinos». Por su parte, la gerenta de la filial, Patricia Tovo, detalla: «En esta zona de la ciudad, algo alejada del centro, existen muchos talleres, fábricas pequeñas o cooperativas con las que venimos trabajando, ya que son sectores muy importantes de nuestra economía. Pero además buscamos estar integrados a la gente del lugar, sus escuelas y clubes. El vínculo personal que podamos establecer con ellos a través de los integrantes de la comisión es de mucha importancia».
Eduardo Franchisquini, presidente del grupo integrado por unas 17 personas, se dedica a la actividad industrial y lleva cerca de 40 años ligado con el banco cooperativo. «Todos los socios somos una parte importante del banco y tenemos la tarea de aportar nuestro capital humano y hacer que el funcionamiento institucional brinde las mejores respuestas para los asociados», señala el dirigente.

 

Composición diversa
El grupo tiene una composición diversa, con asociados que se dedican a diferentes actividades: comerciantes, empleados,  profesionales. «En la mayoría de los casos, estamos vinculados con el cooperativismo desde hace muchos años. Eso hace que compartamos una forma de trabajar y posibilita la participación de todos. Desde esa base creemos que podemos mejorar nuestras propuestas», afirma Franchisquini. Tovo, en este sentido, destaca: «Lo fundamental es entender que para el Credicoop el socio no es un número ni un cliente, como suele ser tratado en otras entidades bancarias. Acá nos vinculamos con una persona que tiene un nombre propio y a la que tratamos de incorporar escuchando sus demandas y las necesidades que tiene». En dicha tarea, señalan los cooperativistas, la comisión cumple un papel fundamental, ya que sus integrantes viven en el barrio y pueden hacer conocer los servicios y los beneficios que brinda el sistema cooperativo, algo que, admiten, muchas veces se desconoce.
Las tareas se distribuyen en cinco secretarías, las cuales administran y gestionan diversas funciones: el asesoramiento a los asociados, el vínculo y la comunicación con otras instituciones, y la educación cooperativa, entre otras  que involucran e integran a los miembros de la comisión con la institución bancaria. «Bajo esos parámetros, se analizan distintas alternativas, fijamos metas y nos distribuimos tareas de manera consensuada, que es la manera de trabajar y gestionar en el ámbito cooperativo», subraya Pablo Rolando, óptico de profesión y actual secretario del área de Acuerdos Crediticios y Mora. El contador público Francisco Palopoli, encargado de la secretaría de Gestión de la Empresa Cooperativa, hace hincapié en las actividades sociales y culturales que reconoce la historia de la institución: «Acá siempre se han realizado distintos tipos de festejos o eventos que eran muy esperados por nuestros socios. Así, la próxima celebración de los 50 años de la filial intentará recuperar
esa tradición y afianzar la actividad conjunta con los socios y miembros del equipo de trabajo del banco, quienes se han involucrado en las tareas de la Comisión».

 

Nueva cara, nuevos proyectos
En 2011 se concluyó la remodelación y ampliación del edificio de la entidad, sobre el  boulevard 27 de Febrero, uno de los más importantes de la ciudad santafesina. La acción contribuye a realzar la imagen institucional de la filial, que además realiza talleres de formación de dirigentes y debates acerca del nuevo Plan de Gestión, teniendo como principales desafíos el afianzamiento del vínculo con los asociados. «Afortunadamente –concluye Tovo– en esta comisión somos muchos integrantes, lo cual facilita la tarea. Aunque siempre se necesita sumar nuevos dirigentes, que los socios comprendan que son parte de la institución e incorporar más gente joven. Crecer, en definitiva, siempre da satisfacciones».

—L. C.

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