Reafirmación de principios

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Credicoop remodeló las instalaciones de una de sus históricas filiales, con el propósito de ofrecer más confort y fortalecer su vínculo con la comunidad.

 

Apertura. Dirigentes, funcionarios y asociados participaron del acto de reinauguración de la filial santafesina.

Las 550 personas que acompañaron la reinauguración de la Filial 340 del Banco Credicoop de Santa Fe testimonian el relieve social de una entidad cooperativa que ha sabido optimizar la atención de sus asociados y renovar el compromiso con los ciudadanos santafesinos.
«Hemos construido una estructura edilicia que permite brindar un servicio más personalizado, generando el confort y las comodidades necesarias para nuestros empleados y resguardando la privacidad de los asociados. Además se incorporó nueva tecnología y se ampliaron los espacios para el desarrollo de charlas y reuniones, así como proyectar distintas actividades culturales. Estas son las transformaciones que nos permiten seguir creciendo y poner todas nuestras herramientas bancarias al servicio de las pymes, las entidades de la economía social y las personas», subrayó Darío Leguizamón, gerente de la mencionada filial.
Al acto concurrieron representantes del gobierno provincial y municipal, legisladores provinciales, dirigentes y empleados del banco, profesionales, miembros de diferentes gremios, docentes e investigadores, comerciantes, empresarios y un significativo número de asociados y vecinos. Además estuvo presente Albor Cantard, rector de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), institución a la que el Banco Credicoop asiste con financiamiento de diferentes programas y proyectos universitarios, como la concreción de una fábrica de alimentos secos destinada a ofrecer sus productos a comedores escolares, hospitales y casas de ancianos y niños.

 

Desafío y crecimiento
Los orígenes cooperativos del Banco Credicoop de Santa Fe se remontan a la Asamblea realizada el 7 de noviembre de 1964, fecha en que un grupo de ex integrantes de la Cooperativa Popular de Créditos rubricaron la conformación de la Caja de Crédito Garay, siempre con el propósito de apuntar el crecimiento de la pequeña y mediana empresa, el comercio local, el desarrollo de los productores rurales de la zona y la innumerable cantidad de empleados que no eran tenidos en cuenta por las grandes casas financieras. Desde entonces comenzó una historia de resistencia y crecimiento que nunca se ha detenido, más allá de las imposiciones de los regímenes de facto o las trabas generadas por el neoliberalismo económico de los años 90. Afinales de la década del 70, merced a la Ley 21.526 impulsada por la última dictadura cívico-militar, la antigua Caja de Crédito Garay y otras instituciones hermanas del norte de la provincia de Santa Fe se fusionaron para formar el Banco Nordecoop, entidad que fijó su casa central en Laguna Paiva, ciudad que contaba con una importante actividad ferroviaria como principal factor de desarrollo económico.
Décadas más tarde, el gobierno de Menem no solamente impulsó la privatización del servicio ferroviario, sino que buscó la conversión de los bancos cooperativos en sociedades anónimas. La exigencia de capitales mínimos dispuesta entonces por el Banco Central hizo que el Banco Nordecoop y otras cinco instituciones cooperativas formaran Argencoop, hasta que en 1996 pasó a ser una de las 253 filiales con las que actualmente cuenta el Banco Credicoop. Tobias Scheinin, un histórico dirigente cooperativista y actual integrante del consejo de administración, rememora que «por suerte tuvimos la visión de resistir los cantos de sirena neoliberales y pasamos a integrar Credicoop, algo que supuso el desafío de gestionar de manera eficiente y democrática una institución de gran escala. Los asociados se sorprenden cuando les ponemos a disposición todos los balances y las cuentas del banco. La entidad es de los asociados y estamos orgullosos de eso. Por suerte se ha demostrado que con objetivos claros y coherencia se puede tener una entidad bancaria que esté al servicio de la actividad productiva de la ciudad y de la región». En estos momentos la filial santafesina cuenta con 35 empleados y más de 12.000 asociados.
Precisamente, Carlos Astorri, quien lleva más de 30 años vinculado al movimiento cooperativo y es el actual presidente de la comisión de asociados, puso de relieve la participación de los socios en la gestión de Credicoop. «Nuestra comisión está conformada por arquitectos, contadores, psicoanalistas, docentes, trabajadores, jubilados. Somos un grupo heterogéneo que hace tiempo venimos luchando por nuestros ideales. Hemos tomado la posta de las generaciones anteriores y hoy sentimos la responsabilidad de continuar y hacer crecer al movimiento», señaló Astorri durante su discurso en el acto de reinauguración. La evocación de antiguos dirigentes y empleados bancarios y la proyección de un video institucional sirvieron para reafirmar ese compromiso con la historia.

Lautaro Cossia

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