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Red de contención

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Las ventajas de Internet para las pymes incluyen bajo costo por venta, publicidad, uso comercial de las redes sociales y transferencia de documentación. Riesgos de seguridad interna.

 

Online. La penetración de las computadoras en el ámbito productivo es de casi el 100%. (Jorge Aloy)

Las nuevas tecnologías, la utilización de redes sociales y los canales de venta online son una herramienta fundamental para el desarrollo de negocio de pequeñas y medianas empresas, pero un manejo no supervisado de éstos puede implicar un alto riesgo. El uso correcto de las tecnologías de la información y la comunicación –comúnmente denominadas TIC, por sus siglas– requiere de atención por parte del empresario o del equipo directivo, con el objetivo de aprovechar la eficiencia que permiten estos instrumentos. No sólo se informatizan procesos, sino que la Web se convierte también en el principal canal de ventas. Si bien la penetración de las computadoras en el ámbito productivo es casi total, el 80% de las pymes no cuenta con políticas de uso de Internet. Las amenazas se incrementan con la utilización de los equipos personales en el ámbito laboral.
El uso de Internet dejó de estar circunscripto al esparcimiento dentro de las empresas. Hoy se ha convertido en un canal ágil de comunicación tanto dentro de una firma (Intranet) como entre sus distintos departamentos o sucursales, en las auditorías de stock, los manejos contables y la registración de documentos y planillas, hasta erigirse como el principal medio de comercialización y acceso del producto al público. Esa concentración de las operaciones de las distintas empresas genera un riesgo de seguridad sin precedentes. Frente a este tipo de amenazas informáticas, las pymes necesitan tomar precauciones para impedir ataques o infecciones externas.
Un informe realizado por Nielsen Company revela que en más de 3.800 vendedores en la región (México, Colombia, Venezuela, Brasil, Perú, Chile, Uruguay, y Argentina), el 60% utiliza la plataforma web como principal canal de ventas, con una disponibilidad de productos online de 44%. En el 53% de los vendedores, en su mayoría pyme, su estructura física de ventas la compone un vendedor junto con un equipo, hasta alcanzar en promedio las cinco personas. El comercio electrónico en el país creció 48,5% en 2013, alcanzándose ventas por 24.800 millones de pesos, 23.000 millones bajo la modalidad directa de empresa a consumidor y 1.800 millones en operaciones entre consumidores. Según la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), los compradores en línea llegaron a representar el 38,8% de los usuarios de Internet, más de 12 millones de personas.
De las operaciones que se realizan enteramente en línea, más del 73,4% de los usuarios de Internet consulta la Web para analizar sus opciones de compra en el mundo físico, tomando en muchos casos la decisión de adquirir el producto o servicio en línea, aunque luego efectúen la operación en un establecimiento físico, según datos del informe. «Muestras nacionales evidencian que un 36,3% de las pymes realizan operaciones bajo la modalidad online», sostienen desde la CACE. «Los medios de pago electrónico permiten a cualquier comercio cerrar una venta en el mismo momento que el cliente mira su “vidriera” web, ya que opera las 24 horas, los 365 días del año, cuando el cliente lo desea y desde donde lo desea», afirma Ricardo Presta, gerente general de Red Cooperativa de Comunicaciones (RCC), empresa nacional orientada al sector pyme, creada en 1995 y pionera en el comercio electrónico. El mercado total de TIC argentino ascendió a 126.469 millones de pesos en 2013, considerando productos, servicios e infraestructura de telecomunicaciones, Internet e informática. El crecimiento en pesos respecto del año anterior fue de 48,5%, con un promedio de 43% desde 2009.
Esta rápida expansión atrajo nuevos jugadores por los bajos costos y la posibilidad de eliminar un eslabón de la cadena comercial –el intermediario–, muchas veces ajeno a la producción. «Los costos del canal de venta virtual son muy bajos y llegan a ser casi inexistentes por cada venta», asegura Presta, de RCC. Esta realidad se suma al uso cada vez más frecuente de las redes sociales para hacer conocer un producto o un servicio. Las principales redes utilizadas son LinkedIn, Facebook y Twitter.
En cuanto a riesgos, los parches que pueden ofrecer las principales plataformas no los evitan, sino que actúan una vez surgido el problema. Debido a esto se impone como una necesidad constante mantenerse actualizado, lo que se considera el primer obstáculo para el control eficaz en la administración de la red. «El tema de seguridad de la información aún es bastante incipiente, porque no se tiene mucha conciencia de que, en realidad, la problemática de la seguridad afecta de igual manera a las pymes como a las grandes corporaciones», señala Ricardo Goldberger, responsable de comunicaciones externas de la Asociación Argentina de Usuarios de la Informática y las Comunicaciones (Usuaria). Las pymes requieren de servicios de una consultora en informática con el objetivo de que se les brinde desarrollo y soporte en sistemas. Esto se debe a que la mayor parte del sector no cuenta con un departamento propio para atender estos temas, como sí sucede con firmas de mayor envergadura. En este sentido, el Banco Credicoop ofrece líneas de crédito para inversión en bienes de capital, entre los que se encuentra la adecuación tecnológica a la actualidad. Las pymes están invirtiendo más en la seguridad debido a los riesgos que corre su información en caso de ser víctimas de algún delito. La consultora IDC relevó 1.800 empresas de países de Latinoamérica –entre ellos, Argentina, Colombia y México– y encontró que el 36,3% de lo que gastan está destinado a seguridad.

C. C.