Redes en movimiento

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La cooperativa dedicada a la ejecución y mantenimiento de sistemas eléctricos e informáticos nació hace 17 años como respuesta a una de las grandes crisis de la historia y continúa produciendo con convicción autogestiva. Apoyo del IMFC.

En acción. Con nueve asociados, la entidad bonaerense tiene en su haber importantes obras. (Jorge Aloy)

Cobre Argentina no es una fábrica de cobre». Con esta aclaración Fabio Blengini, presidente de la cooperativa ubicada en la zona fabril de San Martín, comienza a relatar la historia de la entidad dedicada a la ejecución y mantenimiento de obras eléctricas e informáticas. Cobre –que es la unión de las letras que forman la palabra Cooperativa de Obras Eléctricas– comenzó a escribir su historia en la década del 90, cuando Blengini y Fernando García Rojas, el actual secretario, cursaban juntos el secundario en una escuela técnica.
«Antes de recibirnos de técnicos electromecánicos entramos como pasantes a la empresa Siemens y luego quedamos efectivos. Pero en 2002 echaron a un montón de compañeros y el clima laboral no era el mejor. Entonces Hugo (Centurión, actual tesorero) nos propuso trabajar por nuestra cuenta y fundar una cooperativa», recuerda García Rojas.
Para los tres fue un aprendizaje desde cero. «Era como esa frase de Ringo Bonavena que dice “cuando suena la campana, te sacan el banquito y uno se queda solo”. Así nos pasó a nosotros, que no teníamos idea de cómo funcionaba una cooperativa ni qué necesitábamos para crearla. Pero no nos desanimamos y con cursos y capacitaciones que hicimos en el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos comenzamos a tomar real conciencia de lo que estábamos haciendo», cuenta Centurión.
Eran años en que la Argentina se encontraba inmersa en una de las peores crisis de su historia, pero, lejos de amilanarse, los trabajadores juntaron las herramientas que tenían y en el garage de la casa de Centurión improvisaron un taller. «Cargábamos el cajón de herramientas y nos tomábamos un colectivo para ir a trabajar porque no teníamos vehículo. Así y todo, en ese pequeño espacio hicimos tableros eléctricos de obras importantes», rememora el tesorero de la entidad.

Múltiples tareas
En la actualidad, los trabajos que realiza Cobre Argentina abarcan una amplia gama de servicios, entre los que se destacan el mantenimiento preventivo y correctivo de instalaciones eléctricas; el montaje de bancos de capacitores trifásicos; el proyecto y ejecución de repotenciación de iluminación de redes de alumbrado particular y público; sistemas de puesta a tierra y descarga atmosférica; instalación y puesta en servicio de celdas distribuidoras de media tensión; y realización e instalación de tableros, entre otros.
«En esta cooperativa todos hacemos de todo. De a ratos somos obreros y de a ratos administrativos. Intentamos sacar ventaja de eso que otros ven como una carga laboral más porque nuestro trato con el cliente es directo, sin intermediarios», asegura el secretario.
Entre los trabajos más importantes en los que ha participado la cooperativa, que hoy cuenta con 9 asociados, el presidente destaca «el recambio lumínico del hangar de Aerolíneas Argentinas, la instalación de transformadores de alimentación para simuladores de vuelo, ambos en el aeropuerto de Ezeiza; una obra en el sector de Pediatría del Hospital Posadas; el mantenimiento permanente en el Banco Ciudad y en el centro de cómputos del Banco Credicoop».
Recientemente la cooperativa accedió a un mesocrédito otorgado por el IMFC. «Ese dinero lo usamos para el pago a proveedores porque la mayoría de los insumos que utilizamos están tasados en dólares y con la devaluación se nos generaron deudas que todavía estamos pagando. Ese es el mayor obstáculo que tenemos a la hora de hacer un presupuesto», explica García Rojas.
El trabajo autogestivo se refleja en el día a día. «Acá nadie ficha y todos tenemos la llave de la cooperativa porque aprendimos que para mover el carro hay que tirar todos juntos», asegura Centurión, orgulloso de los 17 años de trabajo de la cooperativa, a donde la mayoría de los clientes llegan por recomendación, algo que, asegura, «es la mejor publicidad».

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