2 de noviembre de 2020
El Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) llevó a cabo una durísima represión en el ámbito carcelario, dejando cerca de 1.000 heridos entre detenidos y familiares que esperaban para ingresar como visita, quienes a su vez fueron víctimas de la violencia desplegada por la Guardia de Infantería de la Provincia. La represión ocurrió en las Unidades 48 de San Martín, 40 de Lomas de Zamora, 31 y 23 de Florencio Varela y 37 de Barker, luego de que el funcionario del SPB, Xavier Areses, decidiera suspender sin previo aviso la habilitación del ingreso de visitas, que estaba interrumpido desde marzo debido a la pandemia del COVID-19. Además de heridos, el hecho ocasionó la devastación edilicia de los establecimientos, según informaron la Red Nacional de Organizaciones Contra la Tortura y las Defensorías Territoriales de Derechos Humanos. En las superpobladas cárceles bonaerenses se reclama, también, activar las salidas de la población que está en condiciones de acceder a ese derecho, tal como sucedió en más de 100 países, por recomendación de la OMS y otros organismos internacionales.
