14 de diciembre de 2017
En medio del escándalo puertas adentro y de la violenta represión puertas afuera fue suspendida la sesión de Diputados donde se iba a tratar el recorte a las jubilaciones en lo que el gobierno denomina Reforma Previsional. Adentro, Elisa Carrió alzó la voz para decirle al titular de la Cámara que en esas condiciones no se podía votar ese proyecto que el gobierno daba por descontado que sería apenas un trámite. Un rato antes, había conseguido el quórum para sesionar, pero en seguida arreciaron las denuncias de que el número de 129 legisladores sentados en sus bancas se había logrado con dos «diputruchos». Así lo denunciaron Myriam Bregman (Frente de Izquierda), Agustín Rossi (Frente para la Victoria) y Mirta Tundis (Frente Renovador). Mientras tanto, las fuerzas de seguridad arrojaban gases y balas de goma a una impresionante multitud que desde temprano se manifestaba contra la aprobación de esa ley que recorta 100.000 millones de pesos anuales a los jubilados. Algunos diputados salieron a intentar pedir calma, pero también fueron golpeados. Entre ellos, Agustín Rossi, Darío Martínez, que fue trasladado en ambulancia, y Mayra Mendoza (a la que le tiraron gas pimienta en el rostro), quienes se tuvieron que alejar para recuperarse.
