Con más de 70 años de trabajo en la localidad de Cinco Saltos, Río Negro, pasó por varias etapas y dificultades, pero nunca relegó los ideales solidarios. Hoy es una farmacia orientada a la atención de jubilados y otros sectores vulnerables.
13 de diciembre de 2017
Barda del medio. Corte de cintas en la inauguración oficial del nuevo local. (Coop La Estrella)
Reconvertida en farmacia social, la cooperativa de consumo La Estrella, con más de 70 años de vida en la localidad rionegrina de Cinco Saltos, continúa brindando servicios de primera necesidad a su comunidad. «Principalmente, atendemos a un sector vulnerable, como son los jubilados y pensionados, dado que en nuestra ciudad las farmacias de carácter lucrativo no lo atienden porque no les resulta rentable», explica el presidente de la entidad, Juan Héctor Zapata.
Creada en 1946, La Estrella brindó por décadas un relevante servicio de consumo a los pobladores de su ciudad, y llegó a tener sucursales en otras localidades rionegrinas y también de Neuquén. Según Zapata, la cooperativa desempeñó un rol destacado en la regulación del mercado de consumo de la zona. «En la cooperativa se podía comprar de todo: alimentos, artículos de limpieza, artículos del hogar; hasta podías sacar un crédito», rememora. Pero las políticas económicas neoliberales de la década de 1990 asfixiaron su operatoria comercial y financiera y la empresa entró en concurso de acreedores.
Luego de varios años de incertidumbre, la cooperativa La Estrella se reconvirtió en farmacia social. «Como hace siete décadas atrás, y tomando al medicamento como un bien social, la organización solidaria da respuesta a una necesidad de un amplio sector de la población», destaca Zapata.
Este año comenzó con malas noticias para los jubilados y pensionados de la Argentina, ya que el gobierno nacional decidió reducir drásticamente los subsidios a los medicamentos que cubría el PAMI. «Esta situación también complica el equilibrio económico de nuestra farmacia, dado que entre el 80% y el 90% de los medicamentos que vendemos están destinados a los afilados a ese programa, pero con los otros ingresos que se generan vamos cubriendo solidariamente los atrasos financieros», dice el presidente. Como una forma de acompañar y asistir a este sector y a la comunidad en su conjunto, la cooperativa abrió otra farmacia en la localidad Barda del Medio, que es centro de otras pequeñas localidades de la zona como Contralmirante Cordero, Villa Manzano y Sargento Vidal.
Educación y cultura
Complementando la actividad comercial y solidaria de su farmacia, La Estrella desarrolla una intensa tarea social, educativa y cultural. En sus amplias instalaciones de 1.200 metros cuadrados se brindan talleres de oficios y cursos de capacitación, de rápida salida laboral: enfermería, podología, auxiliar de farmacia, asistente en gestión y administración clínico-hospitalaria, asistente de laboratorio de análisis clínicos, peluquería y pedicuría, pastelería y repostería, entre otros. Además, allí también se dan clases de diferentes disciplinas: canto, danzas, zumba y ejecución de instrumentos musicales. «Con la Universidad Nacional del Comahue dictamos otro tipo de cursos y talleres para emprendedores sociales y, mediante un convenio con el Ministerio de Educación de Río Negro, ofrecemos capacitaciones en oficios», señala Zapata.
Desde sus orígenes, la Cooperativa de Consumo La Estrella participó en diferentes espacios de integración dentro de la economía social y solidaria, como la Federación Argentina de Cooperativas de Consumo (FACC) y la Federación de Cooperativas de Río Negro Consumo (FECORN). Ahora, la entidad rionegrina se propone vincularse con el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos. «Estamos muy interesados en concretar esta articulación; más que nada nos atrae la idea de promover la educación y afianzar la identidad cooperativa, y también acompañar a las entidades solidarias de la provincia que necesiten asesoramiento organizativo, y creemos que con la asistencia del IMFC podemos lograr este objetivo».
