2 de mayo de 2019
La intempestiva detención del desarrollador de software libre sueco, Ola Bini, acusado por el Gobierno ecuatoriano de perpetrar supuestos ataques contra sus sistemas informáticos, sigue generando repudios. Además de organizaciones de derechos humanos que señalaron la ausencia de delito, reconocidas personalidades de más de 70 países firmaron una carta solicitando su libertad y señalando que existen razones políticas detrás de su arresto. Los firmantes, entre los cuales figuran el exministro de finanzas griego, Yanis Varoudakis, y el líder de Francia, Insumisa Jean-Luc Mélenchon, sostienen que «los derechos humanos de Ola Bini han sido violados repetidamente por la policía, el Ministerio del Interior, la oficina del Fiscal General y el juez a cargo del caso». Desde el gobierno de Lenín Moreno, justificaron la medida argumentando que el sueco, vinculado con el fundador de WikiLeaks, Julian Assange –detenido en Reino Unido luego de que Ecuador le retirara la orden de asilo en su embajada en Londres-, formaba parte de una red de espionaje para «desestabilizar el país».