Tejido comunitario

Tiempo de lectura: ...

Por segundo año consecutivo, la Comisión de Asociados de la filial bonaerense de Credicoop convocó a confeccionar mantas de lana para donar a instituciones locales. Este año ya se realizaron diez frazadas, que fueron destinadas a Cáritas Argentina.


Abrigo. La iniciativa ya cuenta con una amplia red de colaboradores. (Teresita Martinoya)

Como parte de las actividades que refuerzan los vínculos con la comunidad, la Comisión de Asociados de la filial Pigüé del Banco Credicoop está llevando a cabo el proyecto Agujas Solidarias. El fin es tejer mantas de lana y luego donarlas a instituciones locales. La presidenta de la comisión de asociados, Teresita Martinoya, reveló detalles acerca del origen de la propuesta, que continúa este año a pesar de la pandemia de coronavirus: «Estamos trabajando en el proyecto que llamamos Agujas Solidarias, que comenzó el año pasado. Este proyecto tuvo dos grandes objetivos: el primero, era convocar a las personas que tuvieran ganas de tejer, un sábado por mes, en el salón del Banco; nos juntábamos a charlar, a tomar café, a tomar mate; y el otro gran objetivo era donar esos tejidos a instituciones», dijo Martinoya. Al destacar los buenos resultados obtenidos, subrayó que la gente empezaba a tejer en las reuniones, luego seguía en su casa y una vez terminados, acercaba las mantas y tejidos a la filial bonaerense del banco cooperativo.
Este año, la iniciativa iba a seguir pero llegó la pandemia y la cuarentena obligatoria. Sin embargo, los integrantes de la comisión de asociados de la filial Pigüé no bajaron los brazos y decidieron continuar con la tarea solidaria. «Así que nos convocamos a través de WhatsApp y decidimos pedirle a la gente que tejiera cuadrados de 20 por 20 centímetros, con crochet o dos agujas, para armar mantas y después darlas con un fin solidario», dijo Martinoya. En este sentido, destacó la inmediata respuesta de los vecinos, materializado en la confección y donación de las primeras diez mantas a Cáritas Argentina.
Pero la actividad no terminó allí, ya que se conformó una amplia red de personas que crece día a día. Muchos tejen cuadrados con pedacitos de lana encontrados en rincones de los hogares. Algunas personas hacen mantas completas. Por su parte, la Comisión de Asociados de la filial bonaerense se encarga de la recepción de los tejidos.
«Estamos convencidos –concluyó Martinoya– de que en esta pandemia y en esta cuarentena es una buena acción solidaria y además, sirve para pasar el tiempo. Mucha gente nos agradece el incentivo, que ayuda sobre todo ahora que la tarde se hace larga, los días son más cortos y salimos menos». Y destacó el valor de generar iniciativas que convoquen a la comunidad a una tarea solidaria por el bien común.

Estás leyendo:

Tejido comunitario