Tiempos de alondras y búhos

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Con una propuesta dinámica y con una estética novedosa, el CCC lanzó un espacio en el que se cruzan el arte y las ciencias sociales. La idea es reflexionar y poner en cuestión las bases y fundamentos de las políticas culturales.

Panel. Ana Grondona, Federico Schuster, Mercedes Liska y Juano Villafañe. (Horacio Paone)

En la sala Jacobo Laks se presentó el nuevo medio electrónico del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini: El búho y la alondra. Esta propuesta ofrece un perfil novedoso en sus artículos sin dejar de lado el rigor investigativo.
El primer número de la revista digital, titulado «Tangram Buenos Aires», fue presentado por Juano Villafañe, director artístico del CCC; Mercedes Liska, del departamento Ciudad del Tango; el filósofo Federico Schuster y Ana Grondona, del departamento de Economía política, quien ofició de coordinadora de la mesa.
Con «lenguajes más desacartonados» y no tan académicos El búho y la alondra propone dar a conocer los fluidos vínculos que se dan entre los departamentos artísticos y los de Ciencias sociales del CCC. En ese sentido, Grondona dijo que se trata de «probar otras formas de mirar, de agrupar los objetos, articulando distintos tonos, estilos y modos de reflexión, que también probara otras temporalidades». «Una temporalidad –agregó la investigadora del CCC– que no fuera ni el tiempo eterno y sin historia que a veces tiene la torre de marfil, ni tampoco el tiempo de la urgencia política que tiene más el ritmo del periodismo».

Filosofía nocturna
El director artístico destacó la posibilidad multiplicadora que ofrece un título como El búho y la alondra. «El hecho de pensar en una filosofía nocturna o en una filosofía diurna, en el trabajo intelectual en la noche o en el trabajo del que madruga», dijo Villafañe en relación a la propuesta planteada en la apertura por Grondona con respecto a «la idea de aportar a un pensamiento crítico». «Esto –subrayó– adquiere una impronta particular en el marco de los 15 años de vida del Centro Cultural de la Cooperación»,

Aporte. Por un pensamiento crítico. (Horacio Paone)

En tanto, Liska se refirió al artículo que escribió junto con Soledad Benegas, en donde reflexiona sobre las políticas culturales públicas que se despliegan en torno al tango desde la década de 1990 hasta la creación del Ministerio de Cultura de la Nación. «Entendemos –dijo– que hay un escaso seguimiento de cuál es el impacto o lo que generan esas políticas en las experiencias cotidianas culturales». En tal sentido, la investigadora propuso que ámbitos como el Conicet puedan dar cuenta de tal seguimiento y planteó la necesidad de hacer evaluaciones más precisas y no tan «ligeras» de los efectos de dichas políticas. «El resultado final de la revista –concluyó Liska– me parece fabuloso por la propuesta dinámica y estética que tiene. Asimismo, creo que este espacio puede contribuir a pensar cuáles son los modos de comunicar también en términos políticos y nos permite reflexionar sobre las formas como parte de los contenidos».
En el cierre, Schuster habló sobre la primera edición. «El objeto de esta revista –indicó– es la ciudad de Buenos Aires, una ciudad que en los artículos aparece atravesada por dos dimensiones: la de las políticas públicas y la de las vidas cotidianas. Esa construcción de Buenos Aires en el mundo real que transita en sus calles, en sus teatros, en sus centros culturales». Según el filósofo, la nueva revista asume una definición y un análisis crítico «en el sentido reflexivo de poner en cuestión las bases y fundamentos de las políticas culturales que se implementan en la ciudad».

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