Tomar la posta

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El acercamiento a las empresas y organizaciones del barrio porteño es uno de los principales objetivos de la comisión de asociados de la filial, heredera de una rica historia solidaria.

 

Juntos. Diversas generaciones de dirigentes conviven en la comisión de Villa Urquiza. Los une una intensa vocación participativa. (Martín Acosta)

Tenemos la ventaja de estar ubicados en una zona del barrio que nos permite trabajar en un ambiente distendido y que es, a la vez, de fácil acceso para las empresas y vecinos asociados», comenta el gerente de la filial Villa Urquiza de Banco Credicoop, Luis Catracchia. Instalada en la zona desde 1962, cuando se creó la Urquiza Central Sociedad Cooperativa de Crédito, Consumo, Edificación y Vivienda, la entidad porteña se ubica en Francisco Bucarelli 2696, un área residencial donde sobresalen algunas pymes (industrias, laboratorios, talleres textiles) que le dan dinamismo a la zona. «Para alcanzar el crecimiento que hoy tenemos, fue fundamental el acompañamiento financiero que desde su creación le dio la caja de crédito, y ahora el banco, a los vecinos. Hace 50 años ningún banco les prestaba a las pymes y a los pequeños emprendedores», recuerda Miguel Gómez, quien dedicó buena parte de su vida al rubro de los rulemanes y que, a los 99 años, continúa participando activamente del movimiento cooperativo. Gómez rememora  los tiempos en que se realizaban las asambleas anuales del banco cooperativo en la gran sala que tiene la filial. «En este edificio hubo un cine; si bien se modificó buena parte de la estructura para poder operar como entidad financiera, aún conserva un espacio hermoso con capacidad para unas 300 personas», explica el dirigente.
El arraigo local, consolidado a través de los años, es el que lleva a la comisión de asociados a vincularse con diferentes instituciones y entidades. «Organizamos numerosas actividades con la Cooperativa Trabajadores de Mac Body, una empresa textil recuperada», cuenta el presidente, Rubén March Ríos. «También apoyamos a  la Cooperativa de Recuperadores Urbanos El Álamo y a escuelas del barrio, a las que les brindamos capacitación en cooperativismo», agrega Juan Nieva, de la secretaría de Relaciones con Asociados y Asuntos Institucionales.

 

Entramado comunitario
Entre las actividades realizadas en 2013, los miembros de la comisión de asociados destacan el festival de música que se llevó a cabo en octubre en la sala de la filial a beneficio de Ecobolsas, un proyecto que además de difundir prácticas ecológicas genera trabajo para personas en situación de calle. «Esta iniciativa funciona en el primer piso de la parroquia Jesús Misericordioso. Allí, jóvenes de entre 18 y 35 años aprenden a confeccionar las bolsas con material reciclado, y lo recaudado en las ventas, además de repartirse entre los trabajadores, se destina a un fondo para sostener el emprendimiento», explica Horacio Camerano, de la secretaría de Educación Cooperativa. «Fue muy lindo. La gente con su entrada recibió una bandolera y pudo disfrutar del grupo musical Ecosistema y de la presentación de dos chicos que trabajan en el proyecto que hicieron música reggae y rap», recuerda Concepción Famá, de la secretaría de Acuerdo y Mora de la comisión de asociados.
«Para este año queremos profundizar la ronda de café de contactos para estimular la incorporación de nuevos integrantes a la comisión», dice el vicepresidente Héctor Stefanoff. «A los que participamos de este espacio nos une la pasión por hacer y colaborar, y queremos que esa motivación se amplifique», agregan Daniel Bufacchi, secretario de Actas, y Fabio Valllejos, de la secretaría de Mantenimiento Edilicio. Por otro lado, para lograr una mayor presencia en la zona, los dirigentes están programando visitas a entidades y empresas que no están vinculadas con el banco. «Nosotros somos los que tenemos que acercarnos y no esperar que el asociado venga solo», refuerza el gerente. Esa actitud emprendedora es la que llevó a la filial a ganar en el último período el premio por cumplimiento de los objetivos del Plan de Gestión. «Como entidad que se propone la transformación social, tenemos que captar la mayor cantidad de asociados; en ese sentido, es importante tener una rentabilidad mínima necesaria para poder avanzar», enfatiza Catracchia.
Otra de las tareas que tiene proyectada la comisión es difundir las obras y actividades que se realizan en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini. «También tenemos ganas de traer obras al barrio y presentarlas en la sala de la cooperativa Mac Body, que es muy amplia –comenta Camerano–, ya que el histórico Cine Teatro 25 de Mayo, recuperado por los vecinos de la Comuna 12, ahora sólo es utilizado por el Gobierno de la Ciudad para promoción política o presentaciones de empresas privadas; no tiene programación de actividades culturales de carácter público».
«Sin embargo, lo más importante para este año va a ser el festejo de los 100 años de Miguel», enfatiza Germán Pecchi, de la secretaría de Asuntos Institucionales. «Para mí es un orgullo haber sido testigo de los avances importantes que tuvo el movimiento cooperativo y comprobar que Credicoop –manifiesta emocionado Gómez– mantiene los mismos principios de siempre. Cuando empezamos, no éramos nadie –concluye–; ahora son los jóvenes los que deben tomar la posta y continuar con el mismo entusiasmo que nos hizo crecer».

Silvia Porritelli

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