Trabajo constante

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Energía eléctrica, agua potable y televisión son algunos de los servicios que brinda la cooperativa de Elortondo, entidad con más de 70 años de vida y fuerte arraigo en su comunidad.

 

Crecer y mejorar. Horacio Petri (secretario), Ronchi, Sgavetti y Diluch destacan los avances realizados por la histórica entidad.

Luz eléctrica y hielo. Tales fueron las primeras prestaciones de la Cooperativa de Provisión de Energía Eléctrica y Otros Servicios Públicos y Sociales de Vivienda y Crédito de Elortondo, localidad de alrededor de 6.000 habitantes ubicada en el sur de la provincia de Santa Fe. La entidad se constituyó a comienzos de la década del 40 con el propósito de llevar electricidad a los hogares del pueblo a través del servicio de corriente continua, producida por generadores de energía propios. Años después, se inauguró la fábrica de hielo, un insumo, en ese momento, esencial: cuentan los más memoriosos que en esa época muy pocas familias tenían heladeras y, además, las barras eran adquiridas por los turistas que pasaban por Elortondo para llegar a la vecina laguna de Melincué. Así fueron los comienzos de la entidad que, en más de 70 años de trabajo ininterrumpido, ha logrado diversificar los servicios brindados a la comunidad.
En diálogo con Acción, Raúl Ronchi, presidente de la cooperativa, subrayó que el objetivo actual es «consolidar el carácter cooperativo de la empresa». «Queremos brindar el mejor servicio que podamos y hacer que el precio sea lo más accesible posible para los asociados. Estos son los propósitos que guían nuestro trabajo, siempre con la idea de llegar a cada rincón del pueblo y no privilegiar ningún espacio en particular», añadió el dirigente. Por su parte, Delvi José Diluch, vocal de la entidad, puso de relieve que «el desarrollo de la cooperativa siempre ha ido de la mano del crecimiento poblacional de Elortondo y de la necesidad de brindar nuevos servicios».

 

Satisfacer la demanda
En la década de 1960 la cooperativa extendió el servicio eléctrico al área rural, dado que era una demanda de los cientos de familias que vivían en chacras y campos de la zona. Actualmente dicha prestación abarca cerca de 45.000 hectáreas, y se continúa con el cambio de los antiguos postes de madera por postes de cemento, una medida que comenzó a implementarse hace cinco años con el propósito de resistir las inclemencias climáticas. Por otra parte, en el año 1979, incorporaron el servicio de sepelio, lo cual fue una novedad en el pueblo, ya que por lo general los velatorios se hacían en las casas particulares o en las instalaciones que prestaban otras instituciones públicas. Tres años más tarde se sumó el servicio de traslado en ambulancia, y desde 1989 la cooperativa brinda el servicio de agua potable. Para ello cuenta con una planta de ósmosis inversa que ha permitido reducir la presencia de altos contenidos de arsénico y mantener los niveles de minerales que debe tener el agua destinada al consumo humano.
Sumado a todo este abanico de prestaciones, la cooperativa ofrece desde hace más de 20 años el servicio de televisión a través de Video-Cable Elortondo. «La antigua ley de medios no autorizaba a las entidades cooperativas a brindar servicios de comunicación. Hoy, a partir de la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, va a pasar formalmente a manos de la cooperativa», puntualizó Ronchi.
Daniel Sgavetti, ex presidente y actual tesorero, manifestó un aspecto esencial del quehacer cooperativo. «Este tipo de entidades requiere que la gente se involucre –afirmó–, ya que nadie es eterno y se necesita una renovación constante capaz de garantizar su crecimiento. De alguna manera, todo el pueblo está vinculado con los servicios que se prestan, pero a veces no se termina de comprender cómo funciona y lo que significa ser una cooperativa». Fomentar el cooperativismo en las escuelas y generar espacios de comunicación son dos de las estrategias que plantean los dirigentes para revertir ese escenario. Por ello, la cooperativa realiza junto con la Federación Santafesina de Cooperativas Eléctricas un curso anual de cooperativismo para alumnos secundarios y destina parte de sus excedentes anuales a un fondo de educación y capacitación educativa que se reparte entre todas las escuelas del pueblo.
Finalmente, como desafío para los próximos años, queda la realización del sistema de cloacas. «El primer proyecto es de 1996, pero nunca conseguimos financiación para llevar a cabo la obra», señaló Sgavetti. Mientras tanto, ya fueron adquiridas por parte de la entidad 11 hectáreas para el armado de los piletones o lagunas que requiere un proyecto de esta envergadura, indispensable para mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos de Elortondo.

Lautaro Cossia
Fotos: Carlos Carrión

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