Último primer día

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(Foto: Rolando Andrade Stracuzzi)

La celebración del llamado «último primer día» entre los estudiantes que comienzan a cursar su último año de secundaria se ha convertido en un un ritual que, en ocasiones, pone a los chicos y chicas en situaciones de riesgo. El consumo excesivo de alcohol y la falta de descanso son algunos de los elementos que suelen estar presentes en el festejo. El ritual, señala una guía de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (SEDRONAR), «representa una preocupación para los adultos ya que se encuentra atravesado centralmente por un consumo excesivo de alcohol la noche anterior». Prevenir y sensibilizar sobre el consumo abusivo de alcohol en jóvenes es el objetivo de la campaña que lanzó el organismo en vísperas del inicio de clases. «Con el alcohol tenemos un problema muy grande – señala Gabriela Torres, titular del SEDRONAR–. Lo que se busca no es prohibir la celebración sino evitar los excesos, generar un acuerdo de adultos para trabajar con estrategias colectivas de cuidado con las y los jóvenes, brindar información científicamente validada, actualizada y acorde a fin de problematizar el consumo de alcohol y sus consecuencias físicas y sociales».