Una nueva casa

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La filial del Instituto Movilizador fue trasladada a un local más amplio y con mayor visibilidad, donde se realizarán múltiples actividades sociales y culturales. Para celebrarlo, se llevó a cabo un acto al que asistieron cooperativistas de todo el país.


Garibaldi 350. La flamante sede cuenta con recepción, salones y una biblioteca. (Horacio Culaciatti)

Con la presencia de dirigentes, funcionarios, representantes municipales, referentes de organizaciones sociales y cooperativas, la filial Bahía Blanca del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos inauguró una nueva sede, en un sitio de gran relevancia para el movimiento solidario. «Aquí funcionaba la Caja de Crédito de las Villas, fundada en 1966, la segunda caja más importante de la zona, que luego se transformó en banco cooperativo y que en la década del 90 pasó a integrar la amplia red de Credicoop», rememoró José Pietrángelo, jefe de la casa bahiense. La filial funcionaba desde hace varios años en la ciudad, sin embargo, el nuevo espacio dará a la entidad una mayor visibilidad. «Esta casa es un símbolo de continuidad y de la solidez que tienen los cimientos de nuestra institución», dijo en el acto inaugural el presidente del IMFC, Edgardo Form. «Es preciso, agregó, mostrarle a la sociedad, en su conjunto, que es posible generar un cambio en la actividad económica que beneficie a todos. Por eso anhelamos a que en este edificio se puedan congregar todas las expresiones cooperativas para realizar múltiples actividades y organizar reuniones que permitan establecer estrategias institucionales y empresariales conjuntas».

Símbolo del esfuerzo
«Siempre es bueno recordar de dónde venimos, y este espacio, que es símbolo del esfuerzo, la dedicación y la pasión que pusieron los que fundaron las primeras cajas de crédito, hoy vuelve a cobrar vida. Esperemos contar con el acompañamiento del movimiento, en general, y de la barriada, en particular», manifestó el presidente de la filial bahiense del Instituto, Carlos Amorín. Por su parte, Oscar Barbieri, consejero titular de Banco Credicoop, señaló que el movimiento cooperativo de crédito nucleado en el IMFC asume la cooperación como una herramienta para la transformación social. «Aspiramos al desarrollo del ser humano en su máxima expresión, a una sociedad con mejor vivir, y para lograr esto venimos librando muchas batallas, y uno de los campos en los que debemos seguir peleando es en el campo cultural. En ese marco, los convoco a juntarse y a participar de este espacio de ideas, de debate y de acción, para poder llegar a la mente y al corazón de la gente con nuestro mensaje, como decía nuestro máximo dirigente Floreal Gorini».


Dirigentes. El tradicional corte de cinta. (Horacio Culaciatti)

Del acto inaugural participaron, por el IMFC, el vicepresidente Raúl Guelman, el secretario Alfredo Saavedra, el tesorero Rafael Massimo, y los vocales Guillermo Mac Kenzie, María Guillermina Aumedes, Ricardo Daniel Gil y Horacio López. También asistieron dirigentes, gerentes y funcionarios de Banco Credicoop, como el gerente zonal Javier Rovedatti y los consejeros Miguel Ángel Ercoli y Omar Moscoloni, además de representantes de diferentes filiales locales. «Quiero destacar la nutrida asistencia que tuvimos –manifestó Amorín–, en particular, de representantes de instituciones de la ciudad y también de zonas alejadas; quienes se trasladaron varios kilómetros para acompañarnos».

Ubicación estratégica
Situada en la calle Garibaldi 350, al lado de la filial Las Villas del banco cooperativo, la nueva morada del Instituto cuenta con mayor espacio para desarrollar actividades culturales, sociales, de debate, manifestaciones artísticas, exposiciones, cursos y reuniones. Además de la amplia recepción, el edificio cuenta con una biblioteca abierta a la comunidad, provista de libros de Ediciones Desde la Gente y de Ediciones del CCC; una sala equipada para albergar a unas 45 personas sentadas y un gran salón de usos múltiples. «Hace un año que venimos trabajando intensamente para poner en valor esta casa, que estaba abandonada, todavía nos faltan algunas remodelaciones pero estamos muy contentos porque ya pudimos abrir las puertas», dijo Pietrángelo. Todos los oradores del acto resaltaron la colaboración, el esfuerzo y la dedicación de dirigentes y amigos para la concreción de la obra. «Hubo mucho trabajo a pulmón y esto muestra que juntos podemos hacer muchas cosas y también renueva la confianza en nuestro movimiento», señaló Amorín.
 «El IMFC cumple un rol muy importante en la sociedad, tanto desde lo social, lo cultural, como desde el punto de vista político, porque tiene una posición clara sobre lo que sucede en el país –señaló Raúl Guelman». Nuestra tarea es hacerle llegar a la población nuestras ideas, nuestros análisis y diferentes tipos de informaciones, por diversos medios, y este espacio nos va a permitir acercarnos aún más con nuestra opinión a la población de la zona y de la región. Por otro lado –manifestó–, esta nueva apuesta afianza los vínculos con nuestras cooperativas y facilita la concreción de lazos con otras entidades».
Más allá de las acciones locales que se realicen, la filial continuará ofreciendo los servicios que presta el IMFC: asesoramiento técnico, social y financiero, presentación de proyectos, capacitación y educación. «También aspiramos a integrar a Bahía Blanca a nuestra red de microcréditos, que ya opera en las filiales de Córdoba, Mar del Plata, NOA (Tucumán), Litoral (Rosario) y Buenos Aires, para asistir a cooperativas de trabajo y a pequeños emprendedores –dijo en el cierre del acto Form–. Por otro lado, queremos que todas las entidades de la zona se sumen a la ESSApp, la aplicación de georeferencia que estamos desarrollando para darle mayor visibilidad a las organizaciones de la economía social y solidaria».