Con 600 alumnos, el colegio especializado en música de la ciudad de Córdoba funciona como cooperativa desde su nacimiento. Sus asociados desarrollan estrategias para paliar la situación producida por la pandemia de coronavirus.
24 de junio de 2020
Talento. Concierto del nivel secundario. (Gentileza Collegium)En pleno Barrio Alberdi –vecino al centro de la ciudad de Córdoba– está el edificio del Collegium Centro de Educación e Investigación Musical (CEIM), una cooperativa de trabajo integrada por 150 asociados que se ha convertido en una referencia ineludible dentro de la enseñanza musical de la provincia. «Collegium nace en 1982 por iniciativa del profesor Atilio Argüello, reconocido docente y pedagogo cordobés –relata a Acción Gabriela Scieppaquercia, docente de violín–. Con el entusiasmo e ímpetu que lo caracterizaban, convoca a un grupo de músicos de amplia trayectoria a embarcarse en la creación de un nuevo espacio para la educación musical». La innovación no solo sería pedagógica: además, invitó a los maestros a organizarse como una cooperativa de trabajo. Desde ese entonces, no dejaron de crecer. Hoy tienen 600 alumnos, que se dividen en los niveles inicial, primario, secundario y terciario y que egresan con los títulos Tecnicatura superior en instrumento y profesor/a de música. También se dictan talleres y, en 2018, se inauguró el Laboratorio de sonido e investigaciones musicales, gracias a un subsidio del INAES.
Tiempos difíciles
Manuel Gil, docente y presidente de la cooperativa Collegium, reconoce que el momento actual de la cooperativa es muy difícil por la cuarentena ante la pandemia de coronavirus. «Seguimos ayudándonos todo el tiempo, ya sea para realizar las clases virtuales, solucionar problemas administrativos y económicos, y proponer ideas para todas las áreas, con la mirada puesta en que después de atravesar esta crisis seamos más fuertes», dice Gil, que recuerda varias ocasiones adversas por las que transitaron y el fuerte sentido de pertenencia que les permitió llegar hasta hoy. «Nuestra institución está sostenida por la convicción de los valores cooperativistas, estos son los que hay que mantener encendidos cada vez que ingresa gente nueva a trabajar, transmitiendo la necesidad de saberse un colectivo de trabajadores con una misma dirección», reflexiona. Y afirma que la situación actual permitió pensar modos de trabajo completamente nuevos, ayudarse entre compañeros y colaborar con las familias para paliar la crisis. «Lo que tenemos presente, y lo vemos desde los consejos de administración y pedagógico, es que en estas situaciones críticas aparece el espíritu de los asociados comprometidos con mayor fuerza, sumando a las familias, que son el otro pilar que hace que nuestro compromiso se retroalimente», dice el presidente de Collegium.
Entre las entidades cooperativas con las que se vincula la escuela se encuentra la filial local del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, con el que comparte espacios de integración como «Somos comunidad», junto con muchas federaciones y el Banco Credicoop. Algunos docentes asistieron a talleres sobre cooperativismo dictados por el IMFC, capacitación que tuvo lugar en las aulas de Collegium.
Mosaico. Intervención artística grupal. (Gentileza Collegium)Hernán García, docente de la institución, remarca: «En tiempos en que la lógica del capitalismo y la economía de mercado se extiende y forma parte del sentido común incuestionado –la propiedad privada, el lucro y la competencia–, es un desafío para el cooperativismo y la economía social plantear otra lógica de construcción del mundo y las relaciones sociales: una lógica del cuidado de lo común». Y resalta que una tarea vital de todas las entidades de la economía solidaria es «pensar la articulación de las distintas organizaciones del movimiento entre sí y con otras organizaciones sociales que construyen desde una perspectiva democrática y económicamente justa. Es necesario fabricar artesanalmente ese tejido entre los diversos movimientos que construyen autonomía y poder popular». Entre las iniciativas a futuro, el docente destaca el de terminar un gran auditorio, proyecto que lleva ya una década y donde tienen pensado desplegar actividades de la cooperativa y de otras instituciones de la comunidad.