13 de febrero de 2019
(Foto: Tanneau/AFP/Dachary)Cumplir con el calendario de vacunas obligatorias es una responsabilidad que afecta no solo la salud de los hijos, sino de toda la comunidad. Así lo señala un fallo de la Cámara Nacional en lo Civil que intima a los padres de un recién nacido a inmunizarlo contra la tuberculosis y la hepatitis B.
Con argumentos basados en sus prácticas naturistas, los padres se habían presentado ante la Justicia para que se los eximiera de la obligación de vacunar al bebé. Entre otras cosas, aseguraban que la inmunización poseía efectos secundarios y alegaban que la aplicación compulsiva atentaba contra el derecho a decidir sobre la salud de su hijo y suponía «una desprotección de los derechos de las minorías contra los abusos estatales».
La Cámara Nacional entendió que no había «razones trascendentes que sostengan su oposición a la aplicación», agregó que la cuestión va más allá de «la esfera de privacidad» garantizada por la Constitución Nacional e involucra, en cambio, a la salud pública. Por ese motivo, argumentaron, debe considerarse a la vacunación como una responsabilidad social.