24 de julio de 2023
Mediante refuerzos fiscales y cuidado de las divisas se intenta despejar el horizonte cercano de pagos al FMI, sin recurrir a un ajuste severo que afectaría el nivel de actividad.
Tratativas. Massa con la titular del Fondo, Kristalina Georgieva, durante la reunión que mantuvieron en septiembre.
Foto: NA
El paquete de medidas cambiarias e impositivas que el Gobierno Nacional aplicará desde hoy es una opción superadora de la macrodevaluación del peso con recortes del gasto público que había propuesto el Fondo Monetario Internacional (FMI), sostienen en despachos oficiales. Como resultado de las intensas tratativas de los últimos días, agregan los funcionarios, se obtendrán unos 2.000 millones de dólares de refuerzo en las alicaídas reservas internacionales y una recaudación tributaria extra de 1,3 billón de pesos, equivalente a 0,8% del Producto Interno Bruto (PIB).
En parte, esos mayores recursos provendrán de la mejora del tipo de cambio para las exportaciones de maíz y de las economías regionales (123 sectores fuera de la región pampeana, como arroz, tabaco, frutas, etcétera). Hasta el 31 de agosto cobrarán 340 pesos por dólar en lugar de 300 como estaba previsto desde abril.
El «acuerdo técnico» con el organismo, que terminará de pulirse en los próximos días, permitirá encaminar el rumbo a un mayor equilibrio fiscal primario, siempre sin recurrir a un ajuste severo que afectaría los niveles de actividad y empleo. Al mismo tiempo, alejaría el fantasma de un eventual default, ya que el país se aseguraría la obtención de desembolsos por unos 10.000 millones de dólares en lo que resta del año con los que saldar los vencimientos de ese período con el mismo FMI.
En el equipo económico esperan además que las medidas no recalienten la inflación: esa hubiera sido la consecuencia inmediata de una fuerte corrección del tipo de cambio, como la que recomendaban en Washington.
Si bien se encarecen parte de las importaciones de bienes y servicios, los colaboradores del ministro y precandidato presidencial Sergio Massa señalan que los precios de los productos importados crecieron en el último tiempo (en forma anticipada) por encima de la devaluación de la moneda nacional. Esa evolución se observa especialmente en Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM).
Impuestos
Para sumar recursos al Tesoro, ya el viernes se oficializó la obligación de pago del Impuesto a las Ganancias por parte de 193 grandes empresas que tuvieron un resultado superior a los 600 millones de pesos el año pasado.
En cuanto a los anuncios del domingo por la noche, la AFIP cobrará un impuesto del 7,5% sobre todas las importaciones de bienes. Pero dispuso la excepción de los insumos intermedios para productos de la Canasta Básica Alimentaria (alimentos, productos de higiene y limpieza, etcétera) y los medicamentos.
De este modo, las firmas fabricantes y los laboratorios farmacéuticos no podrán aumentar precios con el argumento de un impacto cambiario, ya que no tendrán ningún aumento de costos.
También quedarán exceptuados del impuesto los materiales para combatir el fuego: combustibles, lubricantes y bienes vinculados a la generación de energía. Para los bienes suntuarios, en tanto, se mantiene la alícuota del 30%.
Se gravarán a la vez con un 25% todas las importaciones de servicios (como las plataformas de contenidos audiovisuales por suscripción, entre muchos otros). Se exceptúan los fletes, que pagarán un 7,5% extra, y quedan exentas las áreas de salud y educación, mientras se mantiene el 30% para recitales y otros espectáculos.
Así, a partir de la implementación, el dólar mayorista para servicios pasará a valer 336 pesos y el dólar mayorista para bienes, 289 pesos.
Las medidas alcanzarán a todas las operaciones de zonas francas y áreas aduaneras especiales, como la de Tierra del Fuego. No obstante, tanto en bienes como en servicios los nuevos impuestos no se cobrarán si los importadores utilizan dólares propios para las operaciones.
Se dispuso asimismo que el refuerzo impositivo no incluya al régimen de importaciones temporales para aquellos sectores que generan más ventas al exterior (el caso de las automotrices), siempre que el cobro de la exportación sea previo al pago de la importación.
Impacto y futuro
La «simplificación cambiaria», tal como se la denominó, unificará el precio de la divisa al valor oficial más un recargo del 75% (Impuesto PAIS, 30%, y percepción anticipada de Ganancias, 45%) tanto para el dólar «solidario» como el «turista o tarjeta», para los gastos menores a 300 dólares mensuales.
Al tipo de cambio del viernes 21 de julio esto significa la eliminación del «dólar ahorro», que tenía un recargo del 65% sobre el minorista, con lo cual pasará de 464,4 a 492,6 pesos. La suba afectará únicamente a un promedio de 900.000 personas, que son, según los datos oficiales, los que en promedio compran unos 150 dólares cada mes.
Para los gastos de 300 dólares mensuales o superiores, continuará vigente y sin cambios el recargo del 100% sobre el minorista (llega así a 563 pesos).
Despejado en cierta medida el horizonte (aunque seguirá pesando en la economía el megaendeudamiento dispuesto por el expresidente Mauricio Macri) se espera que el estrecho camino actual se ensanche en 2024, ya sin el golpe de la sequía en el sector agropecuario y con mayores exportaciones energéticas.