2 de agosto de 2023
Tras una serie de comicios provinciales las principales fuerzas políticas se aprestan a dirimir sus candidatos nacionales en las primarias. Ausentismo y voto en blanco como datos salientes.
A las urnas. Una larga serie de elecciones locales antecedió a la primera cita del calendario nacional el 13 de agosto.
Foto: Télam
Fueron horas de tensión, pero 5.229 votos le terminaron por dibujar una sonrisa a la oposición a dos semanas de las PASO a nivel nacional. Fueron los votos de diferencia que el senador de Juntos por el Cambio (JxC), Ignacio «Nacho» Torres, le sacó a Juan Pablo Luque, el aspirante a la gobernación chubutense por una alianza local que reporta a Unión por la Patria. La imagen de los representantes de la oposición en el búnker ganador fue también una forma de hacer olvidar el mal trago de Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich en la ciudad de Córdoba unos días antes, cuando Rodrigo de Loredo reconoció que los había hecho «ir al pedo» para un batacazo que no se produjo en la capital provincial.
Con todo, Unión por la Patria consolidó su unidad y va a las primarias con la fórmula Sergio Massa – Agustín Rossi como favorita en la interna, ya que concita el apoyo de casi todos los sectores integrantes del amplio conjunto de fuerzas políticas y sociales nucleadas en el ex Frente de Todos, y Juan Grabois – Paula Abal Medina desafiando al ministro de Economía.
En tanto, JxC marcha hacia las primarias con buen ánimo por resultados que –aunque en algunos casos por escaso margen– implican un giro en las hegemonías provinciales en el último cuarto de siglo. Con dos datos destacables: se percibe un notorio incremento del ausentismo electoral y, a la vez, un pobre desempeño general del espacio ultraderechista de Javier Milei. César Treffinger sumó en el distrito patagónico algo más del 13% de votos, quedó en tercer lugar, pero consiguió acercarse al récord libertario de Martín Menem en La Rioja, que logró casi un 16%. Los únicos números provinciales que parecen seguir la tendencia que marcan las encuestas para las presidenciales.
Chubut culminó el ciclo de elecciones previo a las PASO, con 18 comicios entre primarias y provinciales que sirvieron de test a cada una de las fuerzas que competirán este 13 de agosto para definir quiénes se verán las caras en octubre. Y en el tablero general, se destaca el triunfo de fórmulas ligadas con JxC en territorios que venían siendo gobernados por el peronismo, como es el caso de San Luis, San Juan y ahora Chubut. En otras, en manos del radicalismo, como Corrientes, Mendoza y Jujuy, el más que centenario partido logró preservar su liderazgo. En esta última, el gobernador, Gerardo Morales, compañero de fórmula de Rodríguez Larreta, logró que su candidato gane los comicios pero luego, al reformar la Constitución provincial recortando derechos sociales, se encontró con una reacción popular que no cesa, y a la que respondió con una feroz represión. El peronismo mantiene el músculo en Tucumán –donde triunfó Osvaldo Jaldo tras la suspensión del comicio por orden de la Corte–, La Rioja –revalidó Ricardo Quintela– y Formosa, con Gildo Insfrán por séptima vez.
«Cordobesismo» al palo
En Córdoba, la interna de JxC explotó cuando el jefe de Gobierno porteño tentó al gobernador Juan Schiaretti para armar una coalición antikirchnerista. El candidato a gobernador cambiemita era Luis Juez, quien la emprendió a los mandobles porque lo vivió como una traición del sector larretista, habida cuenta de que el representante del peronismo «cordobesista» era Martín Llaryora. Finalmente, el 24 de junio el intendente de la capital sumó 45% contra casi 42% de Juez. No solo eso, el actual viceintendente de Córdoba, Daniel Passerini, derrotó por amplio margen a De Loredo un mes después en la elección capitalina.
Todas las encuestas daban ganador al diputado radical y por primera vez al cabo de meses de ásperas disputas internas, el 24 de julio viajaron todos los integrantes de JxC a celebrar el triunfo indudable de la oposición local. Los números finales fueron 48,6% a 40,7% y la disculpa en tono cordobés de De Loredo por haberlos hecho viajar en vano se hizo viral. El peronismo cordobés, alejado del partido a nivel nacional, demostró que sigue vigente y Schiaretti ensaya ahora probarse en las PASO acompañado por el exministro de Interior Florencio Randazzo. Un intento por convocar a peronistas más tradicionales del interior. El discurso de Llaryora contra los «pitucos de Recoleta» apunta en esa misma dirección, con énfasis en los antiguos resquemores contra el centralismo porteño.
Internas calientes
Los cómputos hablan de un millón de votos más que se le pueden atribuir a JxC sobre los de UxP y aliados en las elecciones que se llevaron a cabo hasta ahora. Es cierto que no todos los resultados serían taxativamente trasladables a la primaria nacional y aún es prematuro para extrapolar hacia octubre; pero hay casos para remarcar. En San Luis el triunfo de Claudio Poggi se sustentó en su paso por la gobernación entre 2011 y 2015 bajo el amparo de los Rodríguez Saá, aunque ahora se apoyó en el PRO y en uno de los hermanos, Adolfo, peleado a muerte con Alberto, lo que llevó a perder ese bastión que conservaban desde el regreso de la democracia.
En San Juan, tras la intervención de la Corte Suprema que obligó a postergar la elección y a bajar la candidatura de Sergio Uñac, el que se llevó el premio mayor fue Marcelo Orrego. Las diferencias entre los hermanos Uñac y el viejo caudillo José Luis Gioja abrieron un hueco por el que se coló el representante del partido Producción y Trabajo, que confluye en JxC.
El Movimiento Popular Neuquino, fundado por Elías y Felipe Sapag en 1961, gobernó la provincia petrolera desde 1962 con las únicas interrupciones de los golpes de Estado del 62, el 66 y el 76. Uno del riñón, como Rolando Figueroa, se alzó con el triunfo contra el candidato del MPN. Tradicionalmente el «sapagismo» era algo así como un «neuquenismo» aliado del peronismo nacional con reservas y voluntad acuerdista con quien ocupe la Casa Rosada. Nada indica que Figueroa vaya a hacer algo diferente.
Donde las internas estuvieron más calientes fue en Santa Fe, entre Bullrich y Rodríguez Larreta. La candidata de la exministra de Seguridad, la senadora Carolina Losada, se plantó frente a su oponente en la PASO local, el radical Maximiliano Pullaro, al que vinculó con el narcotráfico. Pullaro –larretista– había sido titular de la cartera de Seguridad provincial durante la gestión del socialista Miguel Lifschitz y la expanelista televisiva –bullrichista– juró que si le llegaba a ganar le negaría su apoyo. Pullaro la duplicó en votos en una primaria en la que, con un resultado flojo, también competía Mónica Fein por el PS. El dato es que JxC obtuvo el 63,75% de los votos contra el 25,62% del conglomerado peronista del Frente Juntos Avancemos, que llevará a gobernador al periodista Marcelo Lewandowski. Va a ser muy difícil que con estos guarismos Pullaro no llegue a la Casa Gris en septiembre.
Renuencia a participar
En un clima donde sobresalen discursos de odio y propuestas represivas por parte de la derecha y ultraderecha y una situación económica marcada por la inflación, que complica la vida cotidiana de la sociedad, se verifica un fenómeno de cierta apatía electoral. En parte como un modo de rechazo a la política en general y por otro lado porque se están haciendo evidentes los mensajes de que a pesar de que es obligatorio, no votar no implica ningún castigo. El caso es que está creciendo el ausentismo en un país que en diciembre cumplirá 40 años ininterrumpidos de democracia. Así, en Santa Fe las primarias tuvieron un 60% de participación mientras que en Chubut, para gobernador, la cifra llegó a 66%.
En simultáneo también se observa un crecimiento del voto en blanco, otra forma de rechazo. En el total de los comicios ya realizados llega al millón –casi el 10% del electorado que ya pasó por los cuartos oscuros– las personas que eligieron no elegir a nadie. Y el otro afluente de esa bronca, según los consultores, podría ser el voto a Milei quien, si bien aparece con un caudal importante en las encuestas, no mostró competitividad con sus candidatos y candidatas en las provinciales.