16 de octubre de 2023
El arte, ese río interminable
Varios artistas
Museo de Arte Moderno
Eje. Con la presencia de Noy, «Cultura colibrí» transita el under de los 80.
El arte, ese río interminable es el programa anual de exposiciones del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. La expresión, tomada del último párrafo del poema «Ars Poética» de Jorge Luis Borges, encierra una hipótesis sobre la naturaleza de la creación artística que la institución trae a cuenta para poder discernirla en el marco geográfico argentino y verla en una retrospectiva temporal.
La programación propone reunir, en una serie de muestras colectivas, la potencia del arte contemporáneo local, desde los años 60 hasta la actualidad, a través de una selección de obras que forman parte del patrimonio del museo, pero también de préstamos de otras colecciones institucionales, y del ámbito privado.
Organizadas a través de un eje temporal y otro temático, las exhibiciones están a cargo de un curador del museo y un artista invitado cuya producción y trayectoria individual plantea un diálogo con las obras expuestas y el contexto histórico en el que emergieron. El recorrido transita asuntos como el discurso ecológico y el científico, la cosmovisión de los pueblos originarios, las vanguardias, la dictadura, la democracia, y las crisis socioeconómicas.
En «Manifiesto verde», la curadora Alejandra Aguado y la artista invitada Florencia Böhtlingk toman la proclama escrita por Nicolás García Uriburu –pionero en el activismo medioambiental, coloreó de verde las aguas contaminadas del Gran Canal de Venecia con fluoresceína, en la que fue una de sus intervenciones más conocidas–, para recorrer el trabajo de numerosos creadores que con sus trabajos dan cuenta de que la naturaleza es un cuerpo vivo difícil de ser domesticado.
El poeta y performer Fernando Noy es el anfitrión en «Cultura colibrí», cuya curaduría pertenece a Jimena Ferreiro. Ambos exploran la producción cultural en torno a los años de la vuelta de la democracia y evocan «las fantasías de la contracultura en Argentina posterior a la dictadura». Noy, uno de los protagonistas del período, relata que los famosos «numeritos» de Batato Barea sucedían con la velocidad y la magia colorida del colibrí. «Juguetes rabiosos», en tanto, presenta una serie basada en figuras emblemáticas que reconfiguraron la historia del arte contemporáneo argentino con sus gestos rupturistas. Noemí Di Benedetto, León Ferrari, Alberto Greco, Alberto Heredia, Marta Minujín, Dalila Puzzovio, entre otros, formaron parte de un período marcado por la experimentación y el cuestionamiento de los límites del arte.
En «Danza actual», el Museo Moderno impulsó una investigación inédita que indaga en la expansión de los límites de la danza moderna en el país, a través de la experimentación interdisciplinar que permitió innovar en torno al cuerpo, el movimiento y el espacio. Iris Scaccheri fue una de las bailarinas y coreógrafas más populares, además de una referente internacional de la danza moderna.
La artista Luciana Lamothe y la curadora Jimena Ferreiro presentan «Cien caminos en un solo día», en la que alojan a un conjunto de creadores que emergieron en la escena luego de la crisis de 2001. La materia prima de estas obras es la memoria de la ciudad devastada. «A 18 minutos del sol», otra de las exposiciones, aborda la observación astronómica y el acceso al espacio exterior como ejes para activar un diálogo entre la imaginación artística y la exploración científica. El conocimiento, las culturas indígenas y la espiritualidad son la órbita en la que los artistas entablan conexiones con las cosmovisiones del cielo.