23 de diciembre de 2023
Artista moderno entre París y Buenos Aires
Eduardo Sívori
Museo Nacional de Bellas Artes
Obra célebre. Panorámica del salón con «El despertar de la criada» a la derecha.
Foto: Estudio Cantoni
La pintura más famosa de este artista argentino del siglo XIX muestra una habitación lúgubre con una mesa sobre la que hay una palangana, de esas usadas para limpiarse el cuerpo y lavarse la cara. En la cama está sentada una mujer sin ropa. Con este óleo sobre tela de 1887, un desnudo naturalista que llamó «Le lever de la bonne» («El despertar de la criada», en su traducción al castellano) causó escándalo en el ambiente artístico argentino e internacional. «¿A quién se le ocurre pintar semejante majadería, sobre todo cuando la sirvienta es tan fea y sucia, como la que él ha elegido como modelo?», escribió un crítico porteño de la época.
Para Laura Malosetti Costa y Carolina Venegas Carrasco, curadoras de la muestra Eduardo Sívori: artista moderno entre París y Buenos Aires, este fue uno de los primeros gestos vanguardistas en la historia del arte argentino. Y vino de la mano de una figura que delineó el campo artístico local y fue uno de los padres del arte nacional.
Hijo de un inmigrante genovés que se dedicaba al comercio y la importación, nieto de un militar activo en el cruce de los Andes que luego fue edecán de Juan Manuel de Rosas, Sívori formó parte del influyente grupo de artistas, políticos e intelectuales conocidos como la Generación del 80. Su posición económica le permitió viajar a Europa en la década de 1870 para formarse como pintor en los talleres parisinos. Al volver, trajo las ideas de la modernidad artística francesa y la pintura al aire libre, que difundió entre sus amistades locales.
En palabras del mismo artista, la obra de Jean-François Millet, conocido por la representación realista de la vida campesina –lo que también desplegó Sívori, ya que el paisaje del llano pampeano fue una de sus obsesiones estéticas– causó un alto impacto en su pintura. Fue uno de los primeros modernos argentinos y, de forma sostenida, desplegó una amplia producción artística. Envió obras a cada galería de París durante su temporada en la capital francesa y expuso en todos los salones argentinos. Fundó la Sociedad Estímulo, fue un hombre clave en la creación del Museo Nacional de Bellas Artes, en la nacionalización de la Academia de Bellas Artes y la organización de los Salones Nacionales de Artistas.
Esta muestra reúne su obra pictórica y gráfica, en la que están expuestas sus pinturas más tempranas, con los bosques de Palermo, las calles de Recoleta y San Isidro como protagonistas; las pinturas naturalistas y también de crítica social del período parisino, como la criada de su cuadro más célebre, cuyo asunto gira alrededor de la prostitución de las trabajadoras domésticas.
También se pueden ver los retratos que hizo a pedido de amistades y personajes de la élite cultural y política argentina; los paisajes en los que presenta una llanura pampeana de extensión infinita; las tintas y acuarelas con escenas de trabajo rural en los que muestra la vida cotidiana de las personas que lo habitan (forman parte de la colección del Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Petorutti y son una verdadera perla).
«Nos hemos propuesto reunir la obra pictórica y gráfica de Eduardo Sívori (Buenos Aires, 1847-1918), toda la que hemos hallado hasta ahora, con el propósito de dar inicio a una catalogación razonada de su vasta producción. Desde la exposición póstuma de 1919, organizada por su discípulo Mario Canale y la Comisión Nacional de Bellas Artes, no se ha dedicado una retrospectiva a este artista», dicen las curadoras.