8 de marzo de 2017
Presa. Leila De Lima, crítica del gobierno. (Celis/AFP/Dachary)
La situación en Filipinas se vuelve cada vez más extrema. El arresto de Leila De Lima, la principal crítica del presidente Rodrigo Duterte en el Senado, acusada de recibir sobornos del narcotráfico, la convirtió en la primera presa política de este gobierno filipino. De Lima había dicho que el presidente «se había puesto al borde de la destitución» al confesar que él mismo había asesinado a adictos y pidió que se lo declarara «incapaz de ejercer sus funciones». Su detención ocurrió poco antes de la convocatoria legislativa a un expolicía que dará testimonio sobre los escuadrones de la muerte que dirigía el mandatario cuando era alcalde de Davao. La gestión de Duterte ya causó 7.000 muertos en seis meses y organizaciones como Amnistía Internacional describieron las ejecuciones extrajudiciales diarias asegurando que «si eres pobre te matan» en nombre de «la guerra contra las drogas».