9 de enero de 2024

Nora Lía Sormani

¡Patos! 
Director: Benjamin Renner
Intérpretes: K. Nanjiani, E. Banks, C. Jennings, D. De Vito
País: Estados Unidos

Desde hace unas décadas, las películas de las grandes compañías cinematográficas se han esmerado en presentar productos «para toda la familia», entendiendo que esta denominación permite integrar a los niños y niñas de todas las edades y, muy especialmente, a sus familiares. Esta inclusión tan importante implica la incorporación de guiños a los adultos, a veces en exceso. Y ocurre finalmente que en muchos de estos films se deja de lado a los niños y niñas más pequeños.
La infancia es un período largo de la vida de las personas y dentro de ella hay etapas que marcan grandes diferencias entre sí. Basta pensar en un niño de 2 años y sus diferentes formas de estar en el mundo, en comparación con uno de 11. ¡Patos!, en cambio, viene a proponer una historia para ellos, porque sus espectadores ideales y reales parecen ser los pequeños de hasta 6 años.
En el comienzo de esta producción dirigida por Benjamin Renner, vemos al papá Mack (en la voz de Kumail Nanjiani) contando un cuento a su hijo bebé en el que se habla de los miedos valiosos. Y luego empieza a narrar la historia de una familia de patos, los Mallard y su vida en el estanque. Felices en sus tareas y juegos cotidianos, pero encerrados en su propio hábitat, algunos de sus integrantes comienzan a sentirse solos y aburridos. Hasta que la madre, Pam (Elizabeth Banks), entiende que deben salir a conocer el mundo.
Esta necesidad se hace más intensa cuando su hijo adolescente, Dax (Caspar Jennings), conoce a un grupo de aves migratorias, en especial a la joven pata Kim, que los invitan a viajar por el mundo junto con ellos. A los cuatro integrantes de los Mallard, madre, padre, hijo adolescente y bebé, se va a sumar el Tío Dan (interpretado por Danny De Vito en la versión en inglés), quien aportará la dosis de humor ya que representa al familiar un poco metido y pesado que, por momentos, Marck desea perder en el camino.
El objetivo del grupo es llegar a Jamaica donde «el agua resplandece», pero en el camino los esperan muchas aventuras: la lluvia intensa, una garza sospechosa que les da refugio y la llegada a la ciudad de Nueva York con las situaciones de peligro que depara, especialmente el enfrentamiento con las sucias palomas y un cocinero de élite que los desea para sus ollas. Hasta que un tucán al que liberan de la jaula los conduce por el camino directo hacia su destino. 
En ¡Patos! sobresalen las escenas de vuelo, que maravillan por la perfección de la animación, la belleza de los paisajes y la capacidad para transmitir la sensación de disfrute de la libertad. Del estancamiento confortable a la aventura riesgosa pero fascinante, el aprendizaje de la diversidad de la naturaleza y la vida en comunidad. La trama avanza sin ingenuidades y con una historia sencilla, lineal, colorida y emocionante. Como dicen en algún momento: «¡Qué más puede darnos la vida!». Es interesante remarcar la reflexión del padre hacia su esposa: «Gracias por abrirme los ojos», un guiño a las niñas como motivadoras para el contacto con los otros, modelo opuesto al tradicional de la madre encerrada en su casa y temerosa de lo que pueda pasarles a sus hijos. 
La historia de los Mallard, aparentemente, no termina con esta primera aventura. El final sugiere una continuación cuando se encuentran con unos pingüinos que los invitan a ir al Polo Sur, una propuesta que entusiasma al pato Mack. «Creé un monstruo», concluye Pam con humor. Una película de la compañía Illumination, que cuenta con una introducción protagonizada por sus emblemáticos personajes: los Minions.

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