15 de febrero de 2024

Roberto Parrottino

El equipo de Mascherano clasificó a los Juegos con un plantel revitalizado y se ilusiona con conquistar el tercer oro olímpico, con Messi como abanderado.

En los Juegos Olímpicos de París 2024, la selección argentina de fútbol buscará su tercera medalla de oro después de las consecutivas en Atenas 2004 y en Beijing 2008. Se lee fácil, pero fue in extremis la clasificación, el 1-0 ante Brasil con el gol de cabeza de Luciano Gondou cuando faltaban 12 minutos para el final (y para que su máximo rival en la región quedase afuera). Resulta complicadísimo clasificar a un Juego Olímpico: solo lo logran dos de las diez selecciones sudamericanas.
Pueden dar fe de eso Lionel Scaloni y Pablo Aimar, comandantes técnicos de la Argentina en Qatar 2022, quienes no pudieron clasificar a los Juegos de Sydney 2000 con el «dream team» que dirigió José Pekerman en el preolímpico de Brasil. En Venezuela 2024, la superioridad en el juego –y la necesaria cuota de suerte– estuvieron del lado argentino. Si la selección Sub 23 que entrena Javier Mascherano se presentará en París 2024 con Lionel Messi como capitán, y con la 10, se confirmará con el tiempo. Es una imagen más que real, porque Messi disfruta con la celeste y blanca.
Repasemos lo que dejó el preolímpico: la selección Sub 23 fue de menor a mayor, fue la única sin derrotas (convirtió en todos los partidos, 17 goles en los siete) y acaso no hubiera sufrido hasta el final si en el debut en la fase final ante el local Venezuela no hubiera sido perjudicada por el árbitro, lo que derivó en el 2-2. Pero los futbolistas asumieron la responsabilidad. Supieron sufrir.
Las críticas a Mascherano, que el año pasado no clasificó con la Sub 20 al Mundial que al final dirigió por celebrarse en Argentina –eliminación en octavos, y de vuelta una imagen pálida–, fueron esta vez exageradas. Mascherano quedó como la cara triste de las caídas pesadas de la selección pre Scaloni. Cierta desconexión con los juveniles y los malos resultados como antecedentes completaron el cuadro. Ahora dirigirá a la Argentina en París. Es el único futbolista argentino con dos medallas de oro, ya que jugó en Atenas 2004, con Marcelo Bielsa como DT, y en Beijing 2008, con Sergio Batista (el polista Juan Nelson también ganó dos, en París 1924 y Berlín 1936).

Protagonistas estelares
El mejor jugador en el preolímpico fue Thiago Almada, único campeón del mundo en Qatar 2022 en la Sub 23. En los siete partidos –seis como titular–, marcó cinco goles –tres de penal– y sumó dos pases gol. Pero, sobre todo, Almada condujo, arrió al equipo en tramos tensos, capeó temporales a puro potrero. Fue el capitán y el 10. Y ya avisó que cede todo en caso de que Messi diga que sí. El arquero Leandro Brey, como la selección, fue de menos a más: después de que algunos lo declarasen «culpable». Si Argentina estará en París fue por dos tapadones previos al gol de Gondou ante Brasil (Gondou, el 9 que salió de Sarmiento de Junín y juega en Argentinos Juniors, metió cuatro goles en apenas 257 minutos jugados, un gol cada 64). En el centro del campo, Ezequiel «Equi» Fernández –otro valor de Boca Predio, junto a Brey, Nicolás Valentini, Cristian Medina y el transferido Valentín Barco– se exhibió no solo con recuperaciones en ataque y en defensa, sino con pases filtrados y muchas veces como sostén del equipo, en buena compañía de Juan Sebastián Sforza, de Newell’s.
Thiago Almada, con sus cinco goles, terminó además como uno de los goleadores del preolímpico, junto al paraguayo Diego Gómez, compañero de Messi en Inter Miami. Paraguay, con el que Argentina empató 1-1 en la primera fase y 3-3 en el segundo partido del cuadrangular final, fue el campeón. La última vez que Paraguay se había consagrado en un preolímpico había sido en 1992, con Celso Ayala, Carlos Gamarra, Francisco «Chiqui» Arce y José Saturnino Cardozo. Era su último título continental, si contabilizamos a las Sub 17, 20, 23 y la mayor.
Minutos después de consumada la clasificación a París 2024, Messi reposteó la noticia en Instagram y escribió: «Vamooosss!!!». Ya había felicitado por privado a su amigo Mascherano. Juntos, en la cancha, ganaron la dorada en Beijing 2008. ¿Estará en París, la ciudad en que fue abucheado durante los días finales en el Paris Saint-Germain? ¿Y Ángel Di María, también oro en Beijing, quien adelantó que se retirará de la selección después de la Copa América de Estados Unidos 2024?
La final de la Copa es el 14 de julio. El inicio del fútbol en los Juegos, el 24, dos días antes de la inauguración oficial. Son diez días de diferencia con el inicio del fútbol olímpico si la Argentina jugase la final de la Copa América. La MSL y la Leagues Cup se disputarán en paralelo a ambas competencias. ¿Messi negociará con Inter Miami para estar en París 2024, donde ratificó su presencia Kylian Mbappé? Vale como flashback, aunque Messi sea hoy «otro» a los 36 años: en 2008, el Barcelona no lo quería dejar ir a Beijing. Tenía 21 años. «¿Te quieres ir, no?», le preguntó Pep Guardiola, su DT. Había detectado que, en palabras de Messi, andaba «insoportable», con «cara de culo». «Sí», le respondió. Faltaban siete días para el debut argentino. «El título más valorado de mi carrera –dijo Messi años más tarde, antes de la Copa América 2021– es la medalla de oro en los Juegos Olímpicos».

Que siga la fiesta
Messi podría ser uno de los tres mayores de 23 años que integrarán la lista de 18 olímpicos. En Atenas 2004 fueron Roberto Ayala –hoy parte del cuerpo técnico de la mayor, también campeón en Qatar 2022–, Gabriel Heinze y Cristian «Kily» González. En Beijing 2008, el propio Mascherano, Juan Román Riquelme y Nicolás Pareja. En ese sentido, Mascherano deberá decidir cuántos de los 22 que clasificaron en el preolímpico estarán en París.
Una lista de futbolistas «convocables» ni siquiera fue tenida en cuenta porque juegan en clubes de Europa que iban a negar sus cesiones. Es más extensa, pero estos son algunos de los jugadores: Alejandro Garnacho (Manchester United), Nicolás Paz (Real Madrid), Carlos Alcaraz (a préstamo ahora en Juventus desde Southampton), Marco Pellegrino (a préstamo en Salernitana desde Milan), Alejo Véliz (a préstamo en Sevilla desde Tottenham), Lucas Beltrán (Fiorentina), Luis Vázquez (Anderlecht), Julián Malatini (Werder Bremen), Facundo Buonanotte (Brighton), Valentín Carboni (a préstamo en Monza desde Inter), Máximo Perrone (a préstamo en Las Palmas desde Manchester City), Gianluca Prestianni (Benfica), Alan Varela (Porto), Matías Soulé (a préstamo en Frosinone desde Juventus) y, sí, hasta el campeón del mundo en Qatar, Enzo Fernández (Chelsea).
«Cuando los resultados se dan a partir de estructuras sólidas, a uno lo dejan más tranquilo. A veces se gana porque se gana, y otras veces porque se respalda una idea. Por eso hay felicidad en que se haya dado este paso tan importante. Por supuesto que hicimos todo lo posible para que Javier Mascherano se quede. Si continuó es porque lo apoyamos», dijo César Luis Menotti, director de selecciones de la AFA, el hombre que, antes incluso de la Copa América 2019, apoyó a Scaloni como DT de la Argentina. Mascherano había renunciado después del Mundial Sub 20 en Argentina. Con el objetivo cumplido de la clasificación, con Mascherano liberado tras el gol agónico ante Brasil, y luego de las malas actuaciones en Río de Janeiro 2016 y en Tokio 2020, la selección olímpica intentará que París 2024 sea una fiesta, quizá hasta con Messi como el abanderado de la delegación argentina en el desfile inaugural que se escenificará sobre las aguas del río Sena.